De vez en cuando hay un componente que, en el mundo de la cosmética, se pone de moda. ¿Quién no recuerda el boom del aloe vera? De ser una sustancia casi desconocida, algo que parecía pertenecer al más puro naturismo, pasó a convertirse en una palabra mágica que, con su sola pronunciación, invocaba los mejores cuidados para la piel. Algo parecido sucede ahora con el silicio. De repente parece como si ningún producto cosmético de calidad pudiera esquivar la presencia del silicio en su formulación. ¿A qué se debe ese prestigio?

Los diferentes estudios que se han hecho sobre el funcionamiento del silicio en el cuerpo humano destacan su participación en el desarrollo y formación de los tejidos corporales. Presente en la piel, en los músculos y en los tejidos conectivos de tendones, cartílagos y uñas, el silicio, que participa activamente en la elaboración de fibras de colágeno y elastina, se encarga de proporcionar fuerza y resistencia a los tejidos citados.

El silicio en la nutricosmética

Los niveles de silicio van disminuyendo en nuestro cuerpo conforme envejecemos. Los problemas articulares o determinados problemas cutáneos como eccemas o picores suelen ser el aviso que nuestro organismo utiliza para dar aviso de dicha disminución. La carencia de silicio, fundamental para la asimilación metabólica del magnesio, el fósforo o el calcio, puede compensarse con la ingesta de diferentes alimentos.

El azúcar (de caña o de remolacha), la alfalfa, la cola de caballo, la ortiga, la lechuga, la fresa, la cebolla, el aguacate, el pepino o la cáscara del trigo, el arroz o la avena son alimentos ricos en silicio que pueden ayudarnos a recuperar los niveles óptimos de este oligoelemento.

Los estudios realizados sobre estos alimentos señalan que el hecho de cocinar estos alimentos hace que pierdan una parte importante de su contenido en silicio. Para paliar esa pérdida se recomienda la ingesta de suplementos de silicio. Dichos suplementos suelen extraerse de las fibras de bambú o de la cola de caballo.

Convertir los suplementos de silicio en un suplemento nutricional habitual puede ayudar a limpiar los tejidos orgánicos de toxinas, a estimular la producción de colágeno y elastina, a mejorar la flexibilidad de las articulaciones, a fortalecer y a preservar los cartílagos y ligamentos. Al ayudar a la asimilación del calcio, el silicio orgánico ayuda a la consolidación ósea y, por tanto, a la prevención de la osteoporosis.

Al estimular la producción de colágeno y elastina, el silicio mejora también la resistencia y elasticidad de la piel y, así, se revela como un componente de gran utilidad a la hora de solucionar o paliar los problemas derivados de la flacidez cutánea.

El silicio orgánico como complemento nutricional (es uno de los productos estrellas de la nutricosmética) puede presentarse en forma de cápsulas, gel o líquido. Los especialistas recomiendan tomarlo entre 5 y 10 minutos antes de las comidas.

El silicio en la cosmética

La cosmética química ha incorporado el silicio a sus productos como un componente con una función fundamental: la de ayudar a mejorar la absorción del resto de componentes. La inclusión del silicio en las nanopartículas del cosmético ayuda a mejorar la hidratación de la piel y estimula la producción del colágeno, lo que, sin duda, contribuye a luchar contra la flacidez de la piel.

Entre las acciones principales que el silicio desempeña en los productos cosméticos, hay que destacar las siguientes:

  • Hace que las membranas celulares sean más resistentes al envejecimiento.
  • Mantiene y estimula la hidratación de la epidermis.
  • Estimula el funcionamiento de las células de la dermis, lo que lo convierte en ingrediente habitual de productos reafirmantes de cuello y busto, anticelulíticos y productos antiestrías.
  • Estimula el funcionamiento de los fibroblastos y queratinocitos del folículo piloso, lo que hace de él un componente imprescindible en los tratamientos para la regeneración del cabello. En los últimos años, el silicio se ha empleado en múltiples productos cosméticos destinados a la disminución de la seborrea capilar y en los tratamientos aptos para la caída del cabello en particular y para el cuidado del mismo en general.

Si deseas comprobar si un producto cosmético incluye el silicio orgánico entre sus componentes debes, lógicamente, leer la etiqueta. Para asegurarte de su existencia, debes encontrar en dichas etiquetas los nombres de “silicio en nanopartículas” o “metilsilanol manurato”.

Si tienes la piel seca o padeces problemas cutáneos como la psoriasis, los eccemas o las irritaciones, busca cosméticos que incluyan el silicio orgánico entre sus componentes.