La cosmética en el Antiguo Egipto es un tema que ha despertado la curiosidad de muchos. Desde los rituales religiosos hasta la aplicación de maquillaje, la cosmética jugó un papel importante en la sociedad egipcia.
En este artículo exploraremos los diferentes productos utilizados por aquella cultura, así como el significado detrás del uso de maquillaje y fragancias.
También discutiremos cómo la cosmética formaba parte de rituales religiosos y funerarios, y cómo esto reflejaba las creencias y valores de la cultura egipcia.
Acompáñanos en este viaje a través del tiempo para descubrir los secretos de belleza y rituales de la antigua civilización egipcia.
El papel de la cosmética en el Antiguo Egipto
La cosmética desempeñaba un papel fundamental en la sociedad egipcia. Desde los tiempos más antiguos, los egipcios creían que la belleza física era un reflejo de la belleza interior y, por lo tanto, era esencial para su bienestar emocional y espiritual.
La utilización de cosméticos no estaba limitada a las mujeres, sino que también se extendía a los hombres y a los niños.
Los egipcios utilizaban una gran variedad de productos cosméticos, incluyendo aceites, ungüentos, polvos y cremas para el cuerpo, el cabello y la piel. Estos productos no sólo se usaban con fines estéticos, sino que también tenían propiedades medicinales y protectores contra los rayos del sol.
Además, la producción y el comercio de cosméticos eran una importante fuente de ingresos para Egipto.
En resumen, la cosmética tenía un papel importante en la vida diaria de los egipcios, ya que no solo les ayudaba a mantener su belleza física, sino que también tenía un impacto en su salud y economía.
Productos utilizados en la cosmética en el Antiguo Egipto
Los antiguos egipcios utilizaban una gran variedad de productos en su cosmética. Entre ellos se encontraban la kohl, una mezcla de polvo de galena y otros minerales que se utilizaba como delineador de ojos y que también tenía propiedades medicinales para prevenir infecciones oculares.
También utilizaban henna para teñir el cabello y la piel, así como aceites esenciales para hidratar y perfumar el cuerpo.
Otro producto muy utilizado era el ungüento de miel y aceite, que se aplicaba sobre la piel para suavizarla y protegerla del sol.
Además, los egipcios también usaban arcilla para exfoliar la piel y eliminar impurezas, y se dice que Cleopatra utilizaba baños de leche de burra para mantener su piel suave y radiante.
En general, los productos utilizados en la cosmética del Antiguo Egipto eran elaborados con ingredientes naturales y tenían tanto fines estéticos como medicinales.
Maquillaje en el Antiguo Egipto: significado y aplicación
El maquillaje en el Antiguo Egipto tenía una gran importancia simbólica y religiosa. Los egipcios creían que el maquillaje tenía poderes mágicos y protectores, por lo que su uso no se limitaba únicamente a la estética.
Sin ir más lejos, el kohl se utilizaba para delinear los ojos y ahuyentar a los malos espíritus. Las mujeres y hombres de todas las clases sociales lo usaban.
El maquillaje también se aplicaba en otras partes del cuerpo, como los labios y las mejillas. La pintura roja, hecha con óxido de hierro, se utilizaba para colorear los labios, mientras que la pintura roja y amarilla se mezclaba para crear el rubor.
Además, se cree que algunos maquillajes tenían propiedades medicinales, como la capacidad de prevenir infecciones oculares. El kohl se acostumbraba a usar para proteger a los ojos de los rayos solares, tan intensos en aquel país.
Otra de las costumbres cosméticas utilizadas por los antiguos egipcios era la de la depilación. Considerando la existencia de vello en el cuerpo como algo de mal gusto, la utilización de diferentes óxidos para conseguir una depilación prácticamente definitiva era algo habitual entre ellos.
En definitiva, el maquillaje en el Antiguo Egipto era mucho más que un simple adorno; era una parte esencial de la vida diaria y las creencias religiosas de la sociedad egipcia.
Perfumes y aceites esenciales en el Egipto de los faraones
Los perfumes y aceites esenciales desempeñaron un papel fundamental en la sociedad egipcia antigua. Los egipcios creían que las fragancias eran sagradas y podían comunicarse con los dioses a través de ellas. Por lo tanto, el arte de la perfumería era muy valorado y se convirtió en una forma de arte en sí misma.
Los perfumes y aceites esenciales se utilizaban en diferentes ocasiones, como en ceremonias religiosas, bodas y funerales.
Los egipcios también los usaban para embalsamar a los muertos, lo que demuestra su importancia en la vida después de la muerte.
Los aceites esenciales se obtenían de plantas y animales, como el loto, la mirra y el incienso. Los perfumes se elaboraban a partir de mezclas de aceites esenciales y otras sustancias aromáticas.
Algunos perfumes eran tan valiosos que sólo los ricos podían permitírselos.
En definitiva, los perfumes y aceites esenciales no solo eran una forma de embellecerse, sino que también tenían un significado religioso y cultural profundo para los antiguos egipcios.
La cosmética como parte de rituales religiosos y funerarios
Como hemos indicado anteriormente, en el Antiguo Egipto la cosmética no sólo se usaba para fines estéticos. También se empleaba para rituales religiosos y funerarios. La creencia en la vida después de la muerte era fundamental en la cultura egipcia, y la cosmética desempeñaba un papel importante en los rituales funerarios.
Los embalsamadores utilizaban aceites perfumados y ungüentos para preservar el cuerpo y disfrazar el olor de la descomposición. Además, se creía que el uso de maquillaje y perfumes ayudaría al difunto a ser reconocido por los dioses en el más allá.
Son muchas las tumbas egipcias que han permitido a los historiadores en general y a los egiptólogos en particular conocer el uso de los cosméticos en el Antiguo Egipto.
Entre las tumbas investigadas por los egiptólogos destaca desde el punto de vista de la historia de la cosmética la de la reina Mit-Hotep. Esta tumba, milagrosamente conservada y a salvo de la acción demoledora de los ladrones de tumbas, encerraba una maravilla para los historiadores de la cosmética: varias vasijas y cajas de maquillajes y afeites, así como tarros que aún contenían ungüentos.
Para conocer los usos cosméticos de los antiguos egipcios ha sido de gran utilidad, también, los tratados de maquillaje y belleza escritos por los artesanos de la época. Gracias a estos tratados hemos conocido la receta de un exfoliante realizado a base de polvo de alabastro, sal y miel, y gracias a ellos, también, la fórmula de una receta antiarrugas realizada con cera, incienso, aceite de moringa y ciprés.
La cosmética también estaba presente en los rituales religiosos diarios, donde se utilizaba para honrar a los dioses. Se creía que los aromas y fragancias agradables eran una forma de ofrecer un regalo a los dioses y obtener su favor. Los sacerdotes, por ejemplo, maquillaban a diario las estatuas de los dioses en señal de agradecimiento por los bienes recibidos.
Tratamientos de belleza de Cleopatra
Si alguna reina egipcia ha atraído el interés de todos los expertos de la cosmética en el Antiguo Egipto y los tratamientos de belleza ésta es Cleopatra, la mujer que consiguió enamorar a Julio César y a Marco Antonio.
Se dice que Cleopatra aplicaba leche de almendra a sus pestañas, que maquillaba sus párpados con lapislázuli molido y malaquita, que oscurecía sus pestañas y cejas con un compuesto en el que se mezclaban la grasa de carnero y el sulfuro de plomo, que pintaba sus labios con un color ocre rojo elaborado a partir de óxido de hierro, que usaba tinte de alheña espesado con cato (una sustancia extraída de diferentes árboles) para barnizar sus uñas y que utilizaba una mascarilla facial realizada a base de miel blanca, cera y cebollas de lirio.
De los tratamientos de belleza de Cleopatra se han destacado también sus baños de leche. Esa leche, entibiada y mezclada con miel y aromatizada con unas gotitas de aceite esencial de diferentes hierbas y flores, servía a la mítica reina para nutrir e hidratar su piel.
Este baño aportaba a su piel una serie de componentes a la piel entre los que figuraban proteínas, aminoácidos, vitaminas, minerales y calcio, componentes todos ellos que hoy en día se incorporan en la formulación de múltiples cremas antienvejecimiento.
Seguramente, la tersura de la piel de la reina Cleopatra conseguida gracias a estos maravillosos y sensuales baños de leche fue uno de los argumentos para conseguir que hombres experimentados de la categoría de Julio César o de Marco Antonio cayeran rendidos a sus pies.