“Menos es más”. Esta expresión se ajusta como un guante a lo que se conoce como maquillaje nude. La mujer maquillada según este estilo no debe parecer maquillada. Limpia sí, no más. Por eso también se habla del nude como del maquillaje efecto cara lavada. Ésa, en definitiva, debe ser la apariencia de la mujer: como si simplemente se hubiera lavado al cara antes de echarse a la calle.

En este post vamos a hablarte de las principales característica de esta técnica de maquillaje, de cuáles son los principales colores nude y de cómo deben aplicarse para que la mujer maquillada parezca no estarlo.

Maquillaje nude

¿Cómo se aplica un maquillaje nude?

Las tres características principales de lo que nos aporta esta técnica son las siguientes: naturalidad, frescura y elegancia. Esos son los tres conceptos que deben primar al aplicarla.

El objetivo principal de esta técnica es realzar la belleza natural de la mujer maquillada. ¿El secreto? Utilizar correctamente los puntos de luz. Gracias a esa correcta utilización de los mismos se consiguen dos cosas: atenuar las sombras más acusadas y crear los volúmenes adecuados que ayuden a dar la mejor y más bella imagen del rostro.

¿Cómo debe realizarse un efectivo maquillaje efecto cara lavada? Cada maquillador o maquilladora tiene sus propios trucos y su propia manera de enfrentarse a este reto. Sin embargo, hay una serie de consejos o reglas generales que son comunes a todos ellos y que aparecen en cualquier tutorial de maquillaje.

El primero de ellos hace referencia a la base. La base de maquillaje nude debe ser lo más parecida posible al color de la piel. Debe servir para unificar y debe ser fijada con una capa de polvos transparentes.

La capa de polvos transparentes se hace especialmente necesaria en aquellos casos en los que la piel de la persona maquillada sea especialmente grasa.

Una vez aplicada la base deberemos decidir cómo aplicar los correctores e iluminadores y, sobre todo, dónde aplicarlos. La correcta elección de los puntos de luz y la adecuada utilización de luces y sombras para modelar los volúmenes del rostro determinarán el éxito de la aplicación de esta técnica. Escoger cuidadosamente las partes de la cara que se van a iluminar es fundamental para conseguir que el maquillado cumpla su función.

Nude color

Tonos y colores para el maquillaje “cara lavada”

Llegados a este punto es necesario hablar del nude color por excelencia. Ese color no es otro que el beige, el color que la mítica Coco Chanel defendió siempre como el color básico del maquillaje y al que muchas personas se refieren como “color carne”.

¿Qué se consigue al aplicar el beige o los tonos nude de forma conveniente en el centro de la frente, el arco de la ceja, el rabillo del ojo, los pómulos, el centro de la nariz, el lagrimal o en la barbilla?

  • Alegrar la piel.
  • Iluminar la mirada.
  • Suavizar los pómulos.
  • Aportar armonía al rostro.

Para finalizar esta fase del maquillado hay que saber cómo aplicar el blush o rubor. Se deberá escoger un colorete delicado de un color parecido al del melocotón y se deberá aplicar con brocha.

El blush deberá fundirse con la base y servirá para dar volumen a los pómulos. Según sea tu rostro, así deberá ser difuminado este rubor. Si lo tienes alargado, el rubor se deberá difuminar en horizontal y hacia las orejas. Si, por el contrario, tu rostro es más bien redondeado, el difuminado del blush deberá realizarse en vertical y hacia las sienes.

El maquillaje de labios nude adquiere una relevancia especial en esta técnica. En ella, el brillo es fundamental, pues ayuda a dar ese aire de frescura exigido por este estilo. Antes de aplicar el brillo los labios pueden ser perfilados con un lápiz de un color sea similar al de ellos.

Colores nude

Maquillaje nude de ojos

La imagen de las cejas tiene también una importancia capital a la hora de dar esa apariencia de naturalidad que se persigue con esta técnica. Unas cejas especialmente perfiladas no transmiten esa idea. Por eso es importante darles apariencia de grosor. ¿Cómo? Peinándolas hacia arriba y fijándolas con laca, por ejemplo.

Otra buena forma de dar apariencia de grosor a las cejas es utilizar algún tipo de sombra de color en sus zonas menos pilosas.

Por su parte, los ojos deben exhibir poco color. La mayor parte de los profesionales del sector desaconsejan el uso del eyeliner. Sí recomiendan las sombras ocres o marfileñas difuminadas por el párpado.

Una sombra de ojos más o menos del color de la piel en el párpado superior cumplirá dos funciones muy importantes: por un lado servirá para tapar venitas e imperfecciones y por otro, dará un poco más de luz a la mirada.

Para reforzar esa luminosidad de la mirada sin dejar de dar apariencia de naturalidad, hay que saber tratar las pestañas. Aplicar un rímel marrón o negro sólo podría servir para añadir un toque de artificialidad a la imagen de la persona maquillada.

Una máscara de pestañas transparente, por el contrario, serviría para dar a las mismas un brillo especial y para reforzar es naturalidad que, no lo olvidemos, es el objetivo principal de esta técnica.

Completados todos estos pasos y realizados de manera correcta, con suavidad y elegancia, el rostro de la persona maquillada debe mostrar una luminosidad especial sin dar señales de haber sido tratado mediante el uso de cosméticos. Si es así, se habrá conseguido alcanzar el efecto de “cara lavada”.

Tonos nude