En su momento ya dedicamos en este blog un artículo al contouring, una forma de maquillaje facial que se sirve del empleo de luces y sombras en el maquillaje del rostro para, gracias a ellas, “esculpir” el mismo. En aquel post señalábamos cómo, gracias al contouring, podíamos estilizar unas facciones, afilar una cara demasiado redonda, enderezar visualmente una nariz torcida o realzar unos pómulos poco marcados.

Ahora el contouring ha ido un poco más allá. El contouring ya no es en exclusiva una técnica de maquillaje utilizada para “esculpir” un rostro. El contouring, ahora, sirve también para realzar y embellecer otras partes del cuerpo de la mujer como pueden ser el escote, la clavícula o las piernas. El contouring corporal, pues, es una realidad, y esa realidad se ha ido imponiendo, poco a poco, en las pasarelas. En los desfiles de moda de baño y en los de moda primavera-verano es habitual el uso de esta técnica de maquillaje especialmente indicada para maquillar el cuerpo cuando se va a lucir un vestido con escote o algún tipo de diseño que deje las piernas al descubierto.

El concepto de contouring corporal, sin embargo, no debe concebirse como el de una técnica de maquillaje destinada a crear unas formas o un efecto determinado sobre una base que no exista. El contouring corporal no crea. El contouring corporal realza y da dimensión a características físicas ya existentes en el cuerpo de la mujer que es maquillada y lo hace gracias al uso de cremas, polvos, aceites, polvos bronceadores, emolientes, pigmentos luminosos en polvo, etc.

El contouring corporal sirve, por ejemplo, para realzar unos pechos. Que se vea más pecho es uno de los objetivos fundamentales de esta técnica de maquillaje. Para dar más volumen a unos pechos hay que proceder aplicando base de maquillaje o polvo compacto en la zona del canalillo y aplicando iluminador desde esa zona hasta la areola.

El contouring corporal puede servir, también, para estilizar unas piernas. Como siempre indicamos, el iluminador sirve para dar y resaltar volumen. Los polvos o bases de maquillaje oscuras, por su parte, servirían para conseguir el efecto contrario. Si queremos, pues, estilizar una pierna, deberemos iluminar el centro de la misma utilizando una base de maquillaje más clara que nuestra piel o una crema brillante. Una vez iluminada esa zona central de pierna oscureceremos los laterales de la misma. Con eso habremos conseguido dar a nuestra pierna la apariencia de ser más larga.

Naturalidad ante todo

Para que el contouring corporal pueda proporcionar una deseable apariencia de naturalidad hay que partir del uso de una fina capa de base de maquillaje en toda aquella parte del cuerpo que se va a mostrar. Gracias al uso de esa base ligera de maquillaje se dará sensación de tersura a la piel y se unificará el tono de la misma. Hecho esto, y tras haber analizado las formas del cuerpo al que hay que aplicar el contouring corporal (escote, hombros, clavícula…), se procederá a sombrear las partes más hundidas de aquél. Tras sombrearlas, se utilizará una brocha para integrar el color y conseguir degradados entre las zonas de luces y sombras que permitan transmitir esa sensación de naturalidad.

El contouring corporal tiene sus riesgos. No es una técnica fácil. La luz artificial de los focos, el exceso de maquillaje en alguna zona o el flash de una cámara puede desencadenar que se produzca lo que se conoce como “efecto mapache”. Automaquillarse, pues, puede resultar algo arriesgado, en especial cuando no se hace con luz artificial. Prever cómo actuará ésta al incidir sobre la piel es, seguramente, una de las mayores complejidades a las que debe enfrentarse una persona que quiera aplicar el contouring corporal.