El nombre de Carolina Herrera apenas necesita presentación en el mundo de la moda. Esta diseñadora venezolana ha conseguido, en las últimas décadas, convertir su nombre en sinónimo de sofisticación, feminidad y, sobre todo, elegancia.
En este artículo vamos a repasar la carrera profesional de una mujer que ha sido catalogada en diversas ocasiones como una de las mujeres mejor vestidas del mundo y que, como creadora, se marcó un objetivo muy claro hace ya cuatro décadas: la de hacer que la mujer de hoy se sienta “segura, moderna y, sobre todo, guapa”.
Para ello, ha afirmado la venezolana en alguna entrevista, hay que mantener los ojos bien abiertos. Sólo así, sostiene CH, se puede encontrar la inspiración.
Veamos a continuación cuáles han sido los momentos más importantes de la vida personal y profesional de esta dama de la elegancia que eligió Nueva York como centro de todo un imperio económico reconocido en todos los rincones del planeta.
Orígenes de Carolina Herrera
Carolina nació rodeada de lujo, en el seno de una acomodada familia venezolana. Nacida con los apellidos Pacanins Niño el 8 de enero de 1939 en Caracas, pasó su niñez diseñando ropa para sus muñecas. Con apenas 13 años viajó a París y, de la mano de su abuela, acudió a un desfile de quien entonces era uno de los indiscutibles reyes de la moda: el modisto español Cristóbal Balenciaga.
La obra de Balenciaga deslumbró a la joven hasta el punto de que el español se convertiría con el tiempo en una de sus principales fuentes de inspiración. Hasta que llegara el momento de dar el paso hacia el universo del diseño profesional, la joven practicaría creando los vestidos de todas sus amistades de la alta sociedad caraqueña. Ella era entonces poco más que una adolescente, pero estaba habituada a vestir modelos de Lanvin y Dior y en ella se adivinaba ya el potencial creativo de quien estaba llamada a disfrutar de toda una legión de fieles seguidoras.
En esa lista de fieles seguidoras figuran nombres como el de las actrices Nicole Kidman, Jessica Alba, Angelina Jolie o Salma Hayek, la cantante Lady Gaga o Jacqueline Kennedy Onassis. Todas estas mujeres han escogido en algún momento de su vida los diseños de la venezolana para lucir sus encantos.
Primeros diseños de Carolina Herrera
Si hay que buscar una fecha que determine el primer encuentro oficial de Carolina Herrera con la moda esa fecha hay que buscarla en 1965. Fue en ese momento cuando se convirtió en publicista y relaciones públicas de la marca Pucci en la boutique que la misma tenía en la ciudad.
Fue gracias a ese trabajo como entró en contacto con María Teresa Herrea, madre de Reinaldo Herrera, editor de la célebre publicación de moda Vanity Fair y que se convertiría en su segundo marido en 1969.
Antes de con Reinaldo, la venezolana estuvo casada con Guillermo Behrens. Fruto de ese matrimonio, celebrado cuando la diseñadora tenía 18 años de edad, son sus dos hijas mayores, Mercedes y Ana Luisa Behrens Pacanins.
Su matrimonio con Reinaldo Herrera le permitió codearse con importants figuras de la industria de la moda. Establecido ya el matrimonio en NYC, Carolina, que había superado ya los 40 años de edad, dio el paso adelante que el mundo de la moda parecía estar esperando. Para ello contó con el apoyo de Diana Vreeland, que en ese momento era la redactora jefe de Vogue.
Lo hizo en 1981 creando su primera colección de vestidos y presentándolos en un desfile en la misma Nueva York.
Los primeros diseños de la diseñadora ya recogían las características principales de lo que iba a ser su estilo. Elegancia, intemporalidad, sofisticación y lujo eran y son los cuatro pilares sobre los que se sostiene la obra de la venezolana. Esas características convirtieron sus obras rápidamente en creaciones de referencia para todas aquellas mujeres que buscaran el lujo y la elegancia en todo tipo de vestidos creados para el día o para la noche.
Éxito internacional de la marca CH
El crecimiento de la empresa fundada por Carolina Herrera fue tan rápido que en 1982 ya vestía a un florido ramillete de mujeres famosas. Sobre todas ellas destacaba una mujer que siempre fue tenida como modelo de elegancia: Jacqueline Kennedy Onassis. Que la mundialmente famosa Jackie escogiera los diseños de la diseñadora venezolana para vestir era una propaganda impagable para la misma.
En 1986 realizó sus primeras creaciones de novia y en 1988 lanzó al mercado su primer perfume. En la actualidad, el prestigioso equipo de diseñadores de la firma diseña desde zapatos a maletas, pasando por bufandas y diferentes artículos de piel. Los bolsos de Carolina Herrera son todo un referente en el mundo de la moda.
Perfumes Carolina Herrera
El primer perfume lanzado al marcado por la firma, en colaboración con la empresa de perfumería española Puig (que es quien posee la patente de la marca en la actualidad), fue una fragancia destinada a la mujer y que poseía el nombre de la diseñadora. Esta creación, debida a la nariz del perfumista Carlos Benaim, es un perfume en el que predominan los toques florales de jazmín y tuberose con algunos rasgos ámbar y sándalo.
Junto a esta fragancia, en el catálogo de perfumes Carolina Herrera brillan especialmente dos creaciones: Herrera for Men (aparecido en 1991 y debido a la tarea creativa de los perfumistas Rosendo Mateu y Carlos Benaim) y 212 Sexy, una creación de Alberto Morillas con suaves toques de pimienta que sirven para añadir un toque picante a las notas de gardenia, vainilla, copos de algodón, bergamota y rosa que coinciden en esta fragancia.
En la paleta de perfumes de la marca ha jugado un papel determinante la hija de la diseñadora, Carolina Herrera de Báez, que se incorporó a la empresa en 1997 como directora creativa de Herrera´s House of Fragances.
