Del mismo modo que para arreglar la avería de un vehículo debemos saber cómo funciona y cuáles son sus piezas, para hablar con conocimiento de causa de cómo cuidar el cabello y de qué es lo que tenemos que hacer para mantenerlo hidratado y sano debemos conocer la fisiología y anatomía del cabello.

El cabello, al que podríamos definir como un filamento cilíndrico que, unido al cutis, nace y crece dentro de los poros de la piel, está compuesto de proteínas, queratina y aminoácidos. De entre todos los componentes del cabello, la queratina es el más importante. Presente en un 85% por el cabello, la queratina es un elemento rico en azufre, por eso son muchos los productos cosméticos que la poseen en su formulación. Junto a la queratina, en el cabello podemos encontrar hierro, calcio, zinc, magnesio, proteínas y yodo.

El caballo crece unos 4 mm por debajo del cuero cabelludo dentro de una especie de tubo o cápsula que recibe el nombre de folículo piloso. Al crecer, el cabello sale de la raíz, a través de la piel y fuera del folículo piloso, para cumplir dos funciones. La primera es la de servir de protección. Gracias al pelo protegemos a nuestro cuero cabelludo de los cambios de temperatura. La segunda es fundamentalmente estética. Entre otras funciones del cabello podemos encontrar la de amortiguar el efecto de los golpes y rozaduras que se puedan padecer, la de evitar las picaduras de los insectos y la de mejorar la temperatura corporal.

Morfología del cabello

Al analizar la anatomía del cabello podemos encontrar diversas partes en él. Una de esas partes es visible; la otra, permanece oculta en el interior del folículo piloso.

La parte no visible del cabello recibe el nombre de raíz pilosa. Ésta es la parte viva del cabello y en la que se encuentran las células germinativas. En esta parte del cabello, que está envuelta por esa cavidad longitudinal de la epidermis que recibe folículo piloso, se encuentra la papila. La papila se encuentra en la base del folículo. Nutrir esta parte con minerales, vitaminas y aminoácidos es fundamental para que el cabello crezca sano. Como vimos en nuestro post “Alimentación y salud capilar”, una alimentación inadecuada que no aporte las proteínas y vitaminas necesarias puede alterar el crecimiento del cabello y acelerar su caída. Un cambio hormonal puede causar el mismo efecto.

Los folículos pilosos poseen en su interior la glándula sebácea. La glándula sebácea se encarga de producir el sebo, que se encarga de lubricar naturalmente el cabello.

La zona del cabello que podemos ver a simple vista recibe el nombre de tallo. Esa parte que contemplamos del cabello es una parte biológicamente muerta y consta de tres partes: la cutícula, la médula y la corteza o córtex.

  • Cutícula. Formada por entre 6 y 8 capas de escamas que, superpuestas, apuntan hacia la punta del pelo, a la cutícula se le atribuye la resistencia y la estabilidad del pelo. Esta doble funcionalidad hace que sea precisamente la cutícula la parte del pelo que necesita cuidados y que padece los ataques del medio. La lluvia, la luz solar, el agua de las piscinas, el viento, el agua salada, los productos capilares inadecuados, las permanentes excesivas, el cepillado fuerte… Todos estos factores pueden acabar afectando a la cutícula.
  • La médula es la parte interna del cabello. Sin guardar relación directa con las alteraciones del tallo y formada por células poco queratinizadas y pocos unidas entre sí, no todos los cabellos la poseen.
  • La corteza está formada por las células corticales. Éstas, en forma de aguja, se alinean de manera regular a lo largo del cabello. En la corteza es donde están implantados los gránulos pigmentados que, finalmente, determinan el color del cabello.

El color del pelo

El color del pelo viene determinado por la cantidad de melanina presente en el mismo. La melanina viene determinada por diversos factores. La herencia genética, el sistema hormonal, la radiación solar, la edad y otra serie de factores como pueden ser los trastornos metabólicos y emocionales, la falta de nutrición o ciertos medicamentos pueden determinar la cantidad de melanina presente en el cabello.

Entre los pigmentos principales de la melanina podemos encontrar la eumelanina y la feomelanina. La relación de la eumelanina y de la feomelanina con otros pigmentos determina el color del pelo, así, la eumelanina, que es un pigmento oscuro, predomina en los cabellos negros y morenos. Si se poseen pocas cantidades de eumelanina y no se poseen otros pigmentos, el cabello será rubio. Por su parte, el color castaño viene determinado por el predominio de la feomelanina. Los cabellos grises tienen pocos gránulos de melanina y los blancos carecen de ellas. El cabello pelirrojo, por su parte, es fruto de la presencia de un tipo de melanina que recibe el nombre de tricocromo.

La vida del cabello

Para cuidar el cabello debemos saber que éste sufre continuas modificaciones. Al terminar de crecer, la producción de las células indiferenciadas de la base del folículo piloso se detiene. Al hacerlo, la raíz del cabello se estrecha hasta que, finalmente, se separa de la papila del pelo y se cae. La papila del pelo es la concavidad en que se encuentra el bulbo. Antes de desprenderse, sin embargo, ya se está iniciando la formación de un nuevo pelo en la base del folículo.

La vida media del cabello es de entre 4 y 5 años y cada folículo piloso está programado para 25 ciclos. Cada uno de esos ciclos consta de las siguientes fases que podrían ser definidas como las fases de crecimiento del cabello:

  • Anágena. Fase de crecimiento del cabello propiamente dicha. Esta fase dura dura entre 4 y 5 años. Esta fase es la más adecuada para realizar un tratamiento de depilación láser. El 80% del cabello de una persona se encuentra en esta fase.
  • Catágena. Fase en la que se produce el cese de la producción de células. Dura entre 3 y 4 semanas. Un 1% del cabello de una persona se encuentra en esta fase.
  • Telógena. Fase de la caída del cabello. El folículo piloso se retrae y el cabello se separa de la papila. Esta fase dura tres meses. Un 10% de nuestro pelo se encuentra en esta fase, lo que hace habitual el perder unos 100 pelos al día.