Como tantos otros aspectos relacionados con nuestra salud corporal, la salud de nuestro cabello depende también de nuestra alimentación. El uso de champús, lociones, acondicionadores, mascarillas, sérums, etc. dará mejores frutos cuando nuestra alimentación sea una alimentación sana y equilibrada que nos aporte los nutrientes necesarios para nuestra salud capilar.

Entre los nutrientes necesarios para mantener un cabello sano hay que destacar al hierro y a las proteínas. Las segundas desempeñan una función capital en la formación de la queratina, uno de los componentes principales del cabello. Por otro lado, si nuestra alimentación es escasa en hierro seremos más proclives a poseer un cabello frágil y quebradizo.

Junto al hierro y a las proteínas, una alimentación sana para nuestro cabello será aquella alimentación que nos aporte cobre, zinc, yodo, silicio, selenio, magnesio, vitaminas A, B y C, biotina, agua y ácido fólico.

Conociendo los nutrientes necesarios para que el cabello se mantenga sano, debemos saber ahora qué alimentos son los que nos proporcionan dichos nutrientes. Veamos la función que cumple para nuestra salud capilar cada uno de esos nutrientes y los alimentos que pueden servirnos para proveernos de ellos.

  • Vitamina A. La vitamina A evita que se resequen las glándulas sebáceas y oxigena las células del folículo. La falta de vitamina A en la alimentación se ha asociado tradicionalmente a la aceleración de la calvicie. Para proveernos de vitamina A debemos consumir huevos, hígado, verduras en general y aceites de pescado, girasol y oliva.
  • Vitaminas B (B6 y B12). La vitamina B es necesaria para producir hemoglobina. Ésta resulta fundamental en el proceso de transferencia del oxígeno desde los pulmones hasta los tejidos de todo el cuerpo y, por tanto, también hasta el cabello. Si no consumimos suficiente vitamina B nuestro cabello caerá más fácilmente. La falta de vitamina B12, por su parte, puede provocar la aparición de canas, así como una caída más abundante del cabello. Para incorporar vitamina B a nuestro organismo hay que consumir cereales integrales, pescado (en especial el salmón, muy rico en Omega-3), carne porcina y vacuna, soja, huevos, legumbres y frutos secos.
  • Vitamina C. La vitamina C, presente en alimentos como el brócoli, la espinaca, la naranja, el limón o el kiwi, interviene en la síntesis del colágeno, uno de los tejidos que constituye el cabello y ayuda en la absorción del hierro que, como hemos visto, es un nutriente esencial para mantener un cabello sano. La vitamina C, además, es un fantástico antioxidante y, como tal, un nutriente ideal para combatir los radicales libres.
  • Agua. El consumo de agua es fundamental para mantener el cabello hidratado y fuerte.
  • Zinc. Higos, espárragos, berenjenas, apio, patatas y carnes asadas son algunos de los alimentos que pueden servirnos para aportar este mineral, fundamental para mantener la salud capilar, a nuestra dieta.
  • Ácido fólico. Nueces, zumo de naranja, trigo y cereales en general son alimentos muy indicados para aportarnos el ácido fólico que nuestro cabello necesita para estar sano. El ácido fólico, al igual que la biotina, interviene de manera fundamental en todas aquellas actividades metabólicas de los tejidos que contienen células de rápida multiplicación. El cabello es, junto a la piel y las uñas, uno de esos tejidos.

En casos muy concretos, el déficit de alguno de estos nutrientes puede ser paliado gracias al consumo de algún tipo de suplemento alimentario. Éste, en cualquier caso, siempre debe ser prescrito por el médico.

De la misma manera que hay alimentos beneficiosos para la salud capilar, hay alimentos que, consumidos en exceso, pueden acabar afectando a la salud de nuestro cabello. Las frituras en general, los helados, el chocolate, las grasas o el café serían algunos de esos alimentos que, tomados en exceso, acabarían afectando a nuestra salud capilar.