Lo hemos comentado en más de un artículo de este blog: nada mejor para la salud del cabello que dejar que éste se vaya secando poco. Pero la vida cotidiana no siempre nos permite disponer de ese tiempo que se necesita para que el cabello se seque solo antes de salir a la calle y, entonces, debemos echar mano al secador, ese imprescindible instrumento de peluquería que, además, nos sirve para realizar el peinado deseado. Eso sí: tanto para no dañar a nuestro cabello como para realizar el peinado que queremos hacer es imprescindible saber utilizar el secador. En este post vamos a darte una serie de consejos para que utilices el secador correctamente. Un uso inadecuado del mismo puede provocar que se seque el pelo, se abran sus puntas o se irrite el cuero cabelludo.

El primer consejo que hay que tener en cuenta para secarnos el cabello correctamente es el de escoger un buen secador de pelo. ¿De qué hablamos cuando hablamos de un buen secador? De un aparato en el que se pueda adaptar la temperatura, que tenga una opción de temperatura baja y cuya potencia pueda ser regulada.

A la hora de adaptar la temperatura hay que buscar siempre una temperatura que, enfocando el secador sobre la palma de nuestra mano, se sienta agradable. Si el aire del secador nos quema la mano hay que buscar una temperatura más baja antes de aplicarlo sobre el cabello.

Para secar el pelo con un secador hay que colocar éste a unos 20 cm de aquél.

Para que el cabello se vea más sano y brillante hay que secarlo, mechón a mechón, desde las raíces a las puntas. Al hacerlo de este modo, se alisa la cutícula capilar y se obtienen mejores resultados. Para concentrar el aire sobre un mechón en concreto resulta muy útil el empleo de una boquilla.

Para secar el cabello con un secador y evitar que éste actúe varias veces sobre el mismo punto, hay que secarlo empezando desde la zona del cuello para, a continuación, subir hasta la coronilla. Mantener en movimiento el secador, dividir el cabello en zonas y sujetar cada una de ellas con una pinza o un pasador pueden ser, también, buenas medidas a la hora de evitar que el secador esté demasiado tiempo sobre el mismo punto.

Para secar más rápidamente el cabello con un secador no hay que optar por subir la temperatura. Es preferible aumentar la intensidad del aire. Para evitar que el calor dañe al cabello es recomendable utilizar un spray protector del calor o un serum capilar protector.

Otro consejo a tener en cuenta a la hora de secar el pelo con un secador es no empezar a secarlo inmediatamente después de lavarlo. Si se hace de ese modo, el cabello deberá estar expuesto durante más tiempo a la “agresión” del secador. Lo ideal es, antes de eso, recoger el cabello con una toalla que, utilizada a modo de turbante, recoja parte de la humedad del pelo recién lavado.

Conforme se vaya secando el pelo hay que ir disminuyendo la temperatura y la velocidad.

La potencia de aire del secador debe ser especialmente baja si se desea secar el cabello fino. Así evitaremos que se enrede.

La persona que posea caspa, dermatitis o tenga el cabello muy graso no deberá aplicar el secador a la raíz ya que al aplicar el secador de pelo a la raíz estamos estimulando que las glándulas sebáceas produzcan más grasa.

El último consejo a tener en cuenta cuando sequemos nuestro cabello con un secador es que, al finalizar el secado, es conveniente lanzar un chorro de aire frío que ayudará a cerrar la cutícula capilar y, por tanto, a conseguir un buen acabado.

Próximamente dedicaremos un post a cómo utilizar correctamente un secador con difusor.