Una mala noche no puede arruinarte un buen día. Puede ser que hayas dormido poco, o que el trabajo te haya estresado más de lo normal, o que arrastres cansancio por mil y un motivos. Cualquiera de ellos puede ser el culpable de la aparición de esas sombras oscuras bajo tus ojos a las que conocemos con el nombre de ojeras. Pero ninguno de ellos es motivo suficiente como para que te eches a la calle mostrando ese aire envejecido y cansado que las ojeras dejan en nosotros. Unos simples trucos pueden bastar para camuflar las ojeras y, con ello, ofrecer un aspecto lozano y lleno de vida.

¿Qué trucos pueden ser ésos?

Para tapar las ojeras lo primero que hay que hacer es desmaquillar bien la cara y, en especial, la zona de los ojos. Una vez que la piel esté bien limpia, aplica alrededor de tus ojos una crema de contorno de ojos. Con esa crema conseguirás desinflamar e hidratar la zona, al tiempo que la refrescas.

Para tapar las ojeras deberás emplear, una vez limpia de maquillaje la zona y bien hidratada, un corrector que se adapte de manera adecuada al tono de tu piel. Es importante que el corrector sea un corrector en crema. El tono del corrector (que será de color beige o rosa pálido si tienes la piel clara y de color melocotón si la tienes oscura) debe ser un poco más claro que el de tu piel. Sólo utilizando un corrector más claro que el tono de tu piel para tapar las ojeras conseguirás la naturalidad que deseas.

¿Cómo se debe aplicar el corrector? Con un pincel de grosor adecuado para colocar una pequeña cantidad de corrector en el párpado inferior, sobre las ojeras y sólo sobre las ojeras. Es
contraproducente colocar el corrector por todo el ojo.

Una vez colocada esa pequeña cantidad de corrector, éste debe extenderse con pequeños toques dados con las yemas de los dedos. La zona a cubrir debe ir desde el lagrimal hacia los pómulos. Difuminar los extremos de la capa de corrector que utilicemos para tapar las ojeras servirá para evitar algo indeseado: los cortes antiestéticos entre las zonas en que se ha aplicado el corrector y aquéllas en que no se ha aplicado. Nunca el corrector debe parecer una mancha situada sobre la ojera.

Hay ocasiones, sin embargo, en que este tratamiento no basta. Cuando la ojera es demasiado pronunciada hay que buscar tratamientos especiales. Para tapar ojeras intensas hay que utilizar dos tipos de corrector. Previamente al ya comentado hay que usar un corrector amarillo. Éste es el corrector especialmente indicado para tapar las ojeras más intensas, ésas que presentan tonalidades violetas o moradas.

Otro modo de camuflar las ojeras consiste en recurrir a las sombras de ojos. Éstas nunca podrán ser, en este caso, de colores fríos. Los lilas, verdes y azules no son los tonos más indicados para tapar algo que, como las ojeras, presentan ya de por sí una tonalidad semejante. Para tapar ojeras con sombra de ojos hay que recurrir a sombras de ojos de tonos cálidos. Ellas, además de para camuflar las ojeras, servirán también para desviar la atención de quien mira hacia otra parte del ojo.

Junto a estos tratamientos de tipo cosmético y otros de carácter más o menos caseros (la presión de un gajo de naranja en el contorno de ojos inferior, las famosas rodajas de pepino o la aplicación de un cubito de hielo que descongestione la zona) hay uno que nunca debemos obviar: el de adquirir un hábito de vida saludable. Dormir las horas suficientes (de 7 a 8 si se es una persona joven y entre 5 y 7 en las personas de mayor edad) es fundamental para evitar la aparición de las ojeras.