Shalimar es una de las grandes fragancias creadas por Jacques Guerlain, miembro de la tercera generación de los perfumistas Guerlain. Shalimar fue uno de los primeros perfumes en incorporar la vainilla entre sus ingredientes primarios. En cierto modo, Shalimar era el resultado de la evolución de Jicky. Si en éste aparecían notas de vainilla, en Shalimar la vainilla era, ya, un componente primario gracias a la utilización de una molécula, la estilvainilla. A partir de ella, Guerlain creó la primera fragancia genuinamente oriental.

Si Picasso, al realizar sus retratos cubistas, utilizaba, en numerosas ocasiones, tres colores diferentes para representar tres planos de la cara, Jacques Guerlain, con clara inspiración cubista y captando a la perfección la sensualidad afrodisíaca de la vainilla, yuxtapone, al componer Shalimar, la fogosidad de la bergamota, la calidez sensual de la vainilla y el chisporroteo travieso de las notas animales del almizcle.

El perfume Shalimar toma su nombre de los jardines que en la ciudad de Lahore (Pakistán) dedicó el emir Shah Jahan a su esposa Mumtaz Mahal. Si ese amor oriental dejó para la Historia la belleza del Taj Mahal, Guerlain dejó para la posteridad uno de esos perfumes que han conseguido convertirse en leyenda.

Su primer frasco, realizado en cristal de Baccarat basándose en un diseño de Raymond Guerlain, estaba inspirado en una cesta de fruta semejante a las plasmadas en los mármoles de los palacios hindúes y en los estanques de los jardines de Shalimar y estaba coronado por un tapón de color zafiro en forma de abanico que, tal y como cuenta la propia casa Guerlain, evoca “el fluir del agua perpetuo” de las fuentes existentes en los mencionados jardines. El frasco de Shalimar ganó el primer premio en la Exposición de Artes Decorativas de París.

Perteneciente a la familia olfativa Oriental Especiada, sus notas de salida son el cedro, la bergamota, la mandarina y la lima ácida; sus notas de corazón el iris, el pachulí, el vetiver, el jazmín y la rosa; y sus notas de base son el cuero, el sándalo, el opopónaco, la algalia, el almizcle, la vainilla, el incienso y la tonka.

En sus primeras versiones, Shalimar tenía un olor almizclado. El cambio de los gustos hizo que, poco a poco, se fueran potenciando las notas cítricas en detrimento del almizcle. Las normas que impiden utilizar almizcle natural animal y que obligan a sustituirlo por la versión sintética del mismo han determinado también la evolución de esta fragancia que, conservando su sensualidad femenina, se ha vuelto más ligero.

En la actualidad, y bajo el nombre de Shalimar, Guerlain comercializa toda una gama de productos que van desde el Shalimar Extracto hasta el Shalimar Eau de Parfum, pasando por el Shalimar Eau de Toilette, la crema corporal, el gel de ducha satinado, la loción corporal, los desodorantes en roll-on o en spray o el jabón perfumado.