Si hay una marca de referencia mundial en el cuidado capilar ésa es Schwarzkopf. Cerca de 8.000 patentes registradas a lo largo de varias décadas dan cuenta del poder de una marca que se ha dedicado desde sus inicios a la coloración del cabello, a su cuidado y a lo que se conoce con el nombre de styling. Schwarzkopf ha lanzado productos innovadores y de alta calidad dirigidos tanto al gran consumidor como al sector profesional de las peluquerías y eso le ha hecho ganar un sólido prestigio entre los consumidores. A esa posición, lógicamente, no se llega en dos días. Se necesitan muchos años de vida y un trabajo serio y constante para alcanzar ese prestigio.

La vida de Schwarzkopf empieza en Berlín en 1898. Fue en esa fecha cuando Hans Schwarzkopf, un químico nacido veinticuatro años antes en Gdansk (Polonia), abrió una pequeña droguería que rápidamente adquirió una cierta reputación gracias a su sección de perfumes.

Schwarzkopf, sin embargo, no se limitó a vender perfumes y productos de droguería. Schwarzkopf era, fundamentalmente, un químico innovador, alguien que no se conformaba con seguir los caminos ya trillados de la química. Eso le llevó a buscar una solución que sirviera para superar los productos que en aquel tiempo se utilizaban para la higiene del cabello, aceites y jabones que, además de costosos, resultaban muy agresivos para el pelo. Esa búsqueda le llevó a crear el primer producto revolucionario de la historia de la marca Schwarzkopf: un champú en polvo que, disuelto en agua, servía para velar por la higiene del cabello. Este champú en polvo creado por Schwarzkopf en 1903 se convirtió en un éxito inmediato. No en vano, era más barato que los jabones y aceites utilizados hasta entonces, y muy fácil de utilizar.

La demanda de su nuevo producto fue tan grande que rápidamente empezó a venderse no sólo en su droguería, sino en todas las droguerías de Berlín. El logo de la “cabeza negra” no tardó en hacerse popular y su popularidad traspasó las fronteras alemanas. En las tiendas de Rusia y Holanda empezaron a verse productos de Schwarzkopf apenas un año después de que Hans Schwarzkopf creara su revolucionario champú en polvo.

schwarzkopf modelo rubia

En 1927 Schwarzkopf creó el primer champú líquido del mercado. Seis años después, Schwarzkopf lanzó al mercado el primer champú no alcalino de la historia. Ese champú, Onakali, estaba llamado a convertirse en el prototipo de todos los champús modernos.

schwarzkopf modelo pelirroja

Pero ese champú no sería la única innovación aportada por Schwarzkopf al mundo del cuidado capilar. Durante los siguientes años, Schwarzkopf comercializó los siguientes productos y patentes:

  • En 1947 creó un sistema que permitía a las mujeres realizarse la permanente en frío, es decir, sin tener que calentar el aire a 100º.
  • En 1949 crea el “Schauma-Crème-Shampon”, una de las grandes marcas clásicas.
  • En 1951 crea lo que se conoció como “líquido redecilla”, una laca para el cabello que tuvo mucho éxito en el mercado.
  • En 1960 la marca Schwarzkopf lanza al mercado la gama de coloración capilar profesional Igora Royal.
  • En 1969 crea Igora Toning, la primera mousse colorante que permitiría convertir el tinte capilar en algo mucho más accesible tanto a nivel profesional como a nivel particular.

1972 marca un antes y un después en la historia de la marca Schwarzkopf. Fue en esa fecha cuando Schwarzkopf creó y lanzó al mercado lo que se ha conocido con el nombre de “método Schwarzkopf”, un sistema universal para el cuidado del cabello que incluye champú, acondicionador y tratamiento. Según el método Schwarzkopf, el champú debe utilizarse para realizar un lavado suave, el acondicionador para desenredar y facilitar el peinado, y el tratamiento para nutrir el cabello “de la raíz a las puntas”. Este método, de una manera u otra, ha servido de modelo para que otras marcas dedicadas a la elaboración de productos destinados al cuidado capilar orienten su tarea profesional y realicen su propio catálogo de productos. Las rutinas del cuidado capilar cambiaron completamente tras la creación del método Schwarzkopf.

En 1995, el gigante Henkel compró la marca Schwarzkopf. Gracias a eso, Henkel se convirtió en líder europeo en el campo de la cosmética capilar. A esas alturas, Schwarzkopf había abrazado y liderado lo que se había convertido en una creciente tendencia hacia el uso de productos naturales. Schwarzkopf potenció la coloración a base de plantas que habían sido criadas sin utilizar herbicidas, fungicidas o pesticidas. Esa tendencia adquirió su punto culminante cuando, en 1998, Schwarzkopf lanzó al mercado Re-Nature, una coloración capilar repigmentante para los cabellos grises y que tiene un objetivo fundamental: devolver al cabello su color natural.

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