Afilar las facciones del rostro, iluminarlo y estilizarlo son los objetivos finales de diversas técnicas de maquillaje que se vienen utilizando desde hace un tiempo. En este blog hemos hablado del strobing y del contouring, dos de esas técnicas destinadas a rejuvenecer el aspecto del rostro mediante el uso del maquillaje. En esta ocasión vamos a hablar de otra técnica de maquillaje que tiene como finalidad el dar un aire más juvenil al rostro: el draping.

Al optar por el draping como técnica de maquillaje lo que estamos buscando es conseguir un efecto natural y luminoso.

Como tantas técnicas de maquillaje, el draping no ha nacido hoy por mucho que haya sido ahora cuando, con ese nombre, ha adquirido una notable popularidad. Fue Way Bandy, maquillador de estrellas del cine y la televisión, quien utilizó el draping por vez primera allá por los años setenta. Celebridades como Cher, Jerry Hall o Farrah Fawcet echaron mano a la maestría como maquillador de Bandy para rejuvenecer su apariencia facial y Bandy ayudó a promocionar la imagen de estas estrellas con los trucos propios del draping.

tecnica draping

El draping se fundamenta en el uso del blush o colorete. Bastan dos coloretes, uno de tono claro y otro de tono oscuro, para poder aplicar el draping. El colorete claro se utilizará en la zona de la barbilla y los pómulos; el oscuro, para dar más profundidad a los rasgos. Combinando bien ambos coloretes, conseguiremos dar un efecto mucho más natural a nuestro maquillaje del rostro.

maquillaje draping

¿Cómo aplicar el draping?

Para aplicar correctamente el draping se deben seguir los siguientes pasos:

  1. Antes de ejecutar el draping, al igual que antes de ejecutar cualquier tipo de técnica de maquillaje, debes aplicar una crema hidratante. Lo ideal es que esa crema hidratante sea una crema ligera. Las cremas demasiado pesadas pueden dar a tu piel un aspecto demasiado graso.
  2. Utiliza un buen corrector para corregir las imperfecciones que puedas hallar en tu rostro. Corrige tanto las rojeces como las ojeras y bolsas. Si tienes ojeras o bolsas, utiliza un producto específico para el contorno de ojos.
  3. Si no estás del todo cómoda con los resultados obtenidos tras aplicar la crema hidratante y el corrector o el contorno de ojos puedes echar mano de la base de maquillaje para igualar el aspecto de tu cutis. Eso sí: evita abusar de ella. Recuerda en todo momento, al realizar el draping, que el objetivo principal del mismo es conseguir un efecto natural. Al escoger la base de maquillaje resulta fundamental acertar en el tono: tiene que ser el mismo que el de nuestra piel.
  4. Coge los dos coloretes y, con el más oscuro, dibuja la forma de una manzana alrededor de tu rostro. ¿Cómo? Aplicándolo por debajo del hueso del pómulo, bajo la barbilla y mandíbula, en las sienes y en los laterales de la nariz. Con el tono claro, rodea la silueta anteriormente dibujada. Es decir: aplica el tono claro en la parte alta de las mejillas, en la parte alta de la barbilla y en las sienes, junto al lado oscuro.

La combinación de estos dos tonos de blush consigue un doble efecto. Por un lado, el colorete oscuro define los rasgos de la cara. Por el otro, el color claro suaviza y difumina el look. Esta combinación permite que el draping de al rostro ese aspecto natural que se perseguía.

Para conseguir ese efecto natural que persigue el draping es importante que escojamos bien el colorete. Hay que huir de los tonos rosas y rojizos. Esos tonos darían a la piel un aspecto artificial. Para reforzar el aspecto natural hay que escoger coloretes cremosos en tonos melocotón.

En CDNPerfumes puedes encontrar una amplia variedad de coloretes para que puedas aplicarte tu propio maquillaje draping.