Con los años, la piel pierde elasticidad, volumen y densidad y, así, van apareciendo pequeñas líneas que acaban de convertirse en arrugas más o menos marcadas. La más lenta renovación celular y la disminución de producción de lípidos en la superficie de la piel le dan a ésta un aspecto más áspero y seco. Al mismo tiempo, la piel, al envejecer, se hace más sensible a la luz UV y se vuelve también menos eficiente para auto-curarse. Es decir: con los años, la piel es más proclive a padecer infecciones y cicatriza más lentamente cuando sufre alguna herida.
El envejecimiento de la piel está atado a una menor irrigación sanguínea. Al disminuir ésta, disminuye también el aporte de oxígeno y de nutrientes que la superficie cutánea necesita para mostrar un aspecto sano.
Para paliar todos estos efectos negativos de la edad sobre la piel, al igual que para paliar los efectos negativos que sobre ella tienen el sol, el tabaquismo, la contaminación y, en muy gran medida, la nutrición, debemos extremar nuestros cuidados sobre ellas. Cambiar nuestro estilo de vida, establecer una dieta sana, rica en verduras y frutas, abandonar el tabaco y cuidar de la piel con unas buenas rutinas cosméticas deben servir para que la piel madura muestre un aspecto rejuvenecido.
Realizando todo lo anteriormente indicado podremos luchar contra los efectos que el paso del tiempo deja en la piel. Para mostrarla esplendorosa y atractiva podemos contar, también, con la sabia y eficiente aportación del maquillaje. Y es que, si el maquillaje es importante cuando la piel luce joven y lozana, ¿cómo no va a serlo cuando la piel ya ha adquirido una cierta madurez?
En este artículo queremos darte algunos consejos para que maquillar la piel madura que pueden servirte para disimular sus defectos y realzar su belleza.
El primer consejo para realizar un buen maquillaje de un rostro maduro, previo a coger el maletín de maquillaje, es el de hidratar convenientemente la piel. La piel madura ha perdido parte de su hidratación natural, por eso hay que hidratarla tanto al acostarse como al levantarse. Eso permitirá lucir una piel más tersa y saludable y, al mismo tiempo, permitirá a la piel aprovechar mejor y explotar al máximo las virtudes de un maquillaje adecuado.
Al hablar de maquillaje de la piel madura debemos tener siempre presente que al aplicar un maquillaje inadecuado podemos estar resaltando los defectos de nuestra piel. Es decir: al aplicar a un rostro maduro un maquillaje inadecuado podemos estar obteniendo del maquillaje un resultado absolutamente contrario a aquél al que, en principio, deberíamos obtener de él. Un mal maquillaje puede hacer que la piel madura parezca más vieja de lo que es.
Sabido esto, vamos a ver cuáles son los pasos principales a seguir para maquillar un rostro maduro.
- En maquillaje, siempre, menos es más. Y esta afirmación, que sirve para cualquier tipo de maquillaje, se vuelve todavía más incuestionable cuando hablamos del maquillaje de la piel madura. Una base de maquillaje ligera, de textura fluida y poco grasosa será la mejor base para maquillar la piel madura. Las bases gruesas sólo conseguirán resaltar las arrugas. Eso sí: que la base de maquillaje que elijas sea, siempre, del mismo tono que tu piel. Una tonalidad más clara o más oscura sólo servirá para hacerte parecer más vieja. Lo que sí puede utilizarse es un pincel corrector para aplicar un pequeño toque más claro e iluminador a las arrugas. La luz, al rebotar sobre el rostro, hará que esos toques luminosos cumplan un efecto de relleno que servirá para disimular las arrugas.
- Si utilizas polvo para maquillar el rostro maduro, utiliza un rostro traslúcido. El polvo traslúcido sirve para cubrir las imperfecciones. Al contrario que sucede con el polvo compacto, el polvo traslúcido permite que las arrugas no sean remarcadas.
- A la hora de maquillar los labios maduros hay que huir de los colores vivos y llamativos. Este tipo de tonos resaltarán las arrugas que la edad hace surgir en las comisuras de los labios. Los tonos neutros (beige, rosa viejo o terracota) son los mejores tonos de labial para maquillar los labios maduros.
- Una ligera capa de sombras y de máscara de pestaña, así como sombras de ojos de color beige, gris, marrón o naranja pueden ser buenas opciones para maquillar los ojos de una mujer madura. Lo que se debe tener siempre presente al maquillar un rostro maduro es que no se deben aplicar tonos oscuros a los párpados. Cualquier tono oscuro acentuaría los contrastes y focalizaría la atención en las líneas de expresión.
- Otro consejo a seguir a la hora de maquillar un rostro maduro es el de huir del uso del eyeliner. El delineador puede ser un gran enemigo de la mujer madura a la hora de maquillarse. Al marcar los ojos (tanto arriba como abajo) la mirada adquiere un aire endurecido que, lejos de rejuvenecernos, nos hace parecer más viejas. Para dar viveza y luminosidad a la mirada, la mujer madura debe rizar sus pestañas y maquillarlas muy bien con rímel. Maquilladas así, las pestañas consiguen proyectar un efecto de abanico que permite mostrar una mirada muy despierta y viva.
- Finalmente, la mujer madura que quiera maquillarse podrá, en todo momento, usar el rubor que siempre ha utilizado. A las pieles blancas les sienta bien cualquier tono; a las morenas, los tonos coralinos. Un poco de colorete en tonos rosados o naranjas puede servir para realzar los pómulos. Para el mismo fin puede servir el aplicar un poco de iluminador en las zonas altas de las mejillas.
Para maquillar el rostro maduro hay que prestar también especial atención a las cejas. Con el paso de los años, las cejas pierden espesor. Rellenar esa falta de espesor con un tono similar al del vello de las mismas puede servir para dar al rostro un aire rejuvenecido.
Una vez completado un maquillaje para rostros maduros, la mujer sólo debe preocuparse por salir a la calle llevando un kit de retoque de maquillaje. ¿Qué debe haber en ese kit? Un polvo compacto, un brillo multifuncional combinable con el tono que se haya aplicado a los labios, un rubor rosado para las mejillas y un rímel para las pestañas.
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