Una de las grandes enemigas de nuestra salud capilar es la grasa capilar. En ocasiones, creyendo luchar contra ella no estamos haciendo otra cosa que favorecerla. En este artículo queremos señalar algunos de los errores más comunes que acostumbramos a cometer cuando lo que pretendemos es limpiar el cabello.

  1. Cepillar el pelo desde la raíz. Cepillarse el cabello a diario es conveniente para la salud del mismo, pero el cepillado debe realizarse de una manera muy concreta: desde su parte media hasta las puntas. Cepillarlo desde la raíz facilita que se ensucie más. Y es que lo ideal es no manipularlo en exceso. Hay que pensar que, por ejemplo, al acariciarlo con nuestras manos estamos corriendo el riesgo de dejar en él restos de cremas o de otros productos que acaben ensuciándolo. Para cepillar el cabello lo mejor es hacerlo con un cepillo plano de cerdas naturales.
  2. Dormir con el pelo suelto. Lo mejor, para evitar que el cabello se ensucie mientras dormimos, es dormir con el pelo recogido (sobre todo si tenemos el cabello largo y/o nos movemos mucho al dormir). Una coleta o una trenza suelta puede ir muy bien para evitar que el cabello se ensucie más. Si nos hemos duchado o, por el motivo que sea, tenemos el cabello mojado, lo mejor es secarlo completamente antes de irnos a dormir. El pelo mojado se ensucia más que el pelo seco.
  3. Comprar el champú inadecuado y/o aplicarlo mal. El mejor champú para mantener el cabello limpio es elegir un champú con pH neutro. Para impedir que el cabello se ensucie en exceso debemos evitar los champús hidratantes. Una vez elegido un buen champú, hay que saber, también, cómo aplicarlo. Si el cabello se lava con relativa frecuencia, basta con un solo enjabonado para mantenerlo limpio. El uso de dos enjabonados puede resultar contraproducente. Además: el champú debe aplicarse sólo sobre el cuero cabelludo. No se debe, pues, recoger todo el cabello en la coronilla para frotar allí con el champú. Hay que pensar que el cabello se limpia con la espuma que, con ayuda del agua, se irá deslizando por él.
  4. Lavarlo demasiado poco. Que ciertas tendencias se vayan imponiendo poco a poco no quiere decir que sean tendencias acertadas. La de lavarse poco el cabello es una de esas tendencias. Entre el exceso de lavarlo a diario y el de lavarlo demasiado poco hay ciertos grados. Es cierto que lavar el cabello a diario activa la glándula sebácea, pero lavarlo demasiado poco provoca que el sebo se acumule en exceso en el cuero cabelludo y eso impide la transpiración de la raíz, lo que es perjudicial para nuestra salud capilar. El champú en seco podría ser una buena solución para impedir que pueda acumularse sebo entre lavado y lavado. El champú seco, además, ayuda a dar más volumen al cabello.
  5. Lavar poco los peines o lavarlos mal. Del mismo modo que, tras ducharnos, no nos secamos con una toalla o un albornoz sucio, tampoco deberíamos cepillar nuestro pelo con un cepillo sucio. Los peines y los cepillos deben ser lavados correctamente para, así, impedir que ellos puedan ensuciar el cabello al peinarlo. Para mantener los cepillos limpios hay que retirar los cabellos que se quedan en él después de peinarnos y, por supuesto, debemos lavarlos bien al menos una vez a la semana. Hay quien recomienda meterlos en un recipiente con un litro de agua y un par de gotas de amoníaco o alcohol. Tras estar inmersos en dicha solución durante diez minutos, debemos sacarlos de ella, aclararlos y secarlos bien. Si tenemos prisa también podemos lavarlos con agua y champú. Pasarles un algodón impregnado con alcohol cada cierto tiempo puede servirnos, también, para mantener una limpieza correcta de peines y cepillos.
  6. Utilizar toallas y sábanas que no estén perfectamente limpias. Acabamos de hablar de ello. ¿Verdad que no nos secaríamos, tras ducharnos, con una toalla sucia? Pues del mismo modo debemos actuar con el cabello. Todo lo que toque nuestro pelo debe estar limpio si no queremos ensuciarlo. Y toallas y sábanas (y con ellas almohadas) están, en mayor o menor medida, en contacto con nuestro cabello. Mientras dormimos, por ejemplo, dejamos en nuestra almohada restos de sebo capilar. Por eso es necesario cambiarlas a menudo. En verano, ese cambio se vuelve aún más necesario. Nuestro sudor, más abundante cuando llega el calor, hace que sea así. Por su parte, a la hora de secar nuestro cabello tras la ducha debemos evitar el hacerlo con la misma toalla con la que nos hemos secado el cuerpo. ¿El motivo? Cabello y cuerpo tienen diferente pH. Realizar una transferencia del uno al otro puede provocar que el cabello esté más sucio.
  7. No utilizar acondicionadores ni mascarillas. El no utilizar estos productos porque se tiene el cabello graso es, directamente, un error. Grande, además. Aplicar estos productos a nuestro cabello es fundamental para cuidar de su salud. Eso sí: hay que escoger un acondicionador o una mascarilla específicos para nuestro tipo de pelo. Para impedir que ensucien nuestro pelo hay que evitar que toquen la raíz. ¿Y cuántas veces debemos aplicarlos? El acondicionador tras cada lavado y la mascarilla cuando percibamos que nuestro cabello da síntomas de deshidratación.
  8. Utilizar demasiado el agua fría para lavarlo. Alguien nos dijo una vez que el agua caliente es mala para el cabello y que el agua fría cierra las cutículas de la fibra capilar y da más brillo al pelo y, aferrados a esa idea, nos empeñamos en lavar nuestro cabello con agua fría. No deberíamos hacerlo. Después de todo, cuando queremos lavar una ropa que está sucia, recurrimos al agua caliente. Con el cabello sucede algo parecido: cuando está muy sucio, mejor usar agua caliente. Lo mejor sin duda, es apostar por el agua tibia a la hora de lavarnos el pelo.

Como ves, son muchas las pequeñas cosas que podemos cambiar en nuestras rutinas de higiene capilar para evitar que el cabello se ensucie. A todas ellas podemos añadir una rutina que siempre jugará a favor de nuestro cabello y su salud: la de comprar buenos productos para el cuidado capilar. Si quieres conseguirlo, sólo tienes que bucear en el catálogo de productos para el cuidado capilar de CDNPerfumes.