No hace falta saber demasiado del funcionamiento del cuerpo humano para entender que, de todas las partes de nuestro cabello, las puntas son la parte de él más viejas y, por tanto, las que más inclemencias de todo tipo han sufrido. Por eso requieren un cuidado especial.

Las puntas del cabello tienen una tendencia natural a abrirse. Una punta de cabello abierto es difícilmente corregible. La mejor opción para tratar las puntas de cabello abiertas es, sin duda, cortarlas. Ahora bien, ¿cómo podemos impedir o dificultar al máximo la posibilidad de que las puntas del cabello vuelvan a abrirse? Sin duda, cuidándolas.

El cuidado del cabello

El primer paso a la hora de cuidar las puntas del cabello es lavar, secar y cepillar el cabello de manera adecuada. Para hacerlo, hay que tener en cuenta diversos factores. El primero de ellos tiene que ver directamente con el tipo de champú que usamos y con el uso que le damos. Un champú libre de sulfatos y parabenos es la mejor opción para cuidar las puntas del cabello. A la hora de usarlo, hay que evitar poner champú en exceso (el exceso de champú despoja al cabello de sus aceites naturales), esquivar el uso del agua caliente y lavar sólo el cuero cabelludo y la parte del cabello más cercana a él. Lavar el cabello en exceso puede ser, también, un factor que juegue en contra de la salud de las puntas del cabello.

Un segundo paso para cuidar las puntas del cabello es, tras haber enjuagado el mismo, aplicar un acondicionador que actúe sobre todo el pelo durante unos tres minutos. Una vez transcurrido ese tiempo, el cabello deberá enjuagarse nuevamente. A la hora de enjuagar el cabello hay que tener presente que es mucho más saludable para el cabello y sus puntas realizar el enjuagado con agua fría que con agua caliente.

El secado del cabello es, también, un proceso de capital importancia cuando queremos cuidar las puntas del cabello. Dejarlo secar aire es la mejor opción. Si por motivos de urgencia eso es imposible, hay que optar por un secador a temperatura baja o fría o por una camiseta de algodón que envuelva el cabello. Lógicamente, no se recomienda en modo alguno frotar enérgicamente el cabello. El frotado del mismo agrede innecesariamente a las puntas, que tendrán más tendencia a abrirse.

Hay personas que, posiblemente, necesiten un acondicionamiento capilar extra para conseguir cuidar las puntas del cabello. Quienes se encuentren en esta situación deberán aplicar un acondicionador profundo o un aceite (preferiblemente de coco o de jojoba) una o dos veces al mes. Aplicado el acondicionador en todo el cabello, deberán dejarlo actuar unos cinco minutos (diez en el caso de los cabellos más dañados) antes de enjuagar con agua fría.

La del peinado es otra de las tareas cuyos cuidados deben extremarse para impedir que las puntas del cabello queden dañadas. Está claro que un peine, como su propio nombre indica, ha sido creado para peinar, no para arrancar o dañar al cabello. ¿Qué peine o cepillo debe, pues, utilizarse? Las personas que posean el cabello grueso utilizarán un peine o cepillo con dientes o púas anchas. Las que lo posean fino, un peine de madera de dientes estrechos o un cepillo con cerdas flexibles y naturales es la mejor opción a la hora de cuidar el cabello.

Una vez con el peine o el cepillo adecuado hay que peinarse cuidadosamente, de manera suave y empezando desde abajo hacia arriba cuando esté completamente seco. Un cabello mojado es un cabello más frágil que uno seco. En esto sólo existe una excepción: el cabello rizado y grueso. Éste sólo puede peinarse correctamente cuando está mojado.

Prevenciones extras

Junto a todos estos cuidados destinados tanto a garantizar la salud general de tu cabello como a evitar las puntas abiertas del mismo hay una serie de prevenciones que deberías tener en cuenta para evitar en la medida de lo posible los daños que puedan ocasionar a tu pelo diferentes factores. Algunas de esas prevenciones son las siguientes:

  • Utilizar una funda de almohada suave para dormir (el satén puede ser un excelente material para cuidar tu cabello mientras reposa sobre la almohada).
  • Mantener una dieta equilibrada.
  • Utilizar un aceite rico en nutrientes que lubrique e hidrate el cabello.
  • Evitar accesorios que maltraten el cabello.
  • Usar una vez por semana o cada dos semanas una mascarilla capilar.
  • Proteger el cabello del sol y del calor. Si debes usar planchas alisadoras para alisar tu cabello hazlo sólo con temperaturas por debajo de los 180º C.
  • Protege tu cabello antes de ir a nadar al mar o a la piscina con un hidratante especial.

Todas estas medidas deben servirte para cuidar las puntas de tu cabello. Si, a pesar de todo ello, éstas se abrieran, existe la posibilidad, sin necesidad de cortarlas, de recurrir a algún producto capilar destinado a sanar las puntas abiertas. Esta medida debe ser considerada una medida transitoria. Como ya hemos dicho, las puntas de cabello abiertas acaban exigiendo un corte de cabello.