En este espacio dedicado a la cosmética ya hemos hablado de ingredientes que, por una razón u otra (especialmente por el descubrimiento de sus propiedades), se ponen de moda en el mundo de la cosmética. Así, hemos dedicado nuestra atención a ingredientes como la manteca de karité, el ácido glicólico, las algas o el retinol, entre algunos otros. En esta ocasión vamos a centrar nuestra mirada en un ingrediente que es especialmente valorado por los cosmetólogos cuando se intenta luchar contra la sequedad de la piel. El ingrediente del que hablamos es el aceite de argán, también conocido como “oro del desierto” u “oro líquido de Marruecos”, pues es al sur de este país donde se cultiva principalmente el árbol a partir de cuyo fruto se obtiene un aceite que es, hoy por hoy, uno de los activos naturales más valorados en el mundo de la cosmética.

Para obtener el aceite de argán hay que prensar en frío las almendras de la Argania spinosa o árbol de argán tras haberlas secado previamente al sol. La prensa en frío de dichas semillas no torrefactadas permite obtener un aceite de un color dorado claro y con un olor apenas apreciable. Los árboles de argán, en ocasiones bicentenarios, se identifican por su forma de tornillo y por llegar a medir más de 10 metros de altura. Hace ya casi tres décadas, allá por los noventa del siglo pasado, los árboles de argán fueron declarados por la Unesco Patrimonio Universal de la Humanidad.

El fruto del árbol de argán, esa almendra con forma de oliva a partir de la cual se obtiene el aceite de argán, es rico en ácidos grasos esenciales, en tocoferoles (Vitamina E), en beta-carotenoides, en fitosteroles y en escualeno, un lípido que facilita la absorción de los aceites y que resulta muy eficiente a la hora de combatir los radicales libres. Para obtener al máximo los beneficios del aceite de argán éste debe estar constituido por un mínimo de ingredientes vegetales naturales y un 10 por ciento de ingredientes orgánicos.

Beneficios del aceite de argán

Pero… ¿por qué el aceite de argán es tan valorado en cosmética? ¿Cuáles son sus beneficios para la piel?

Entre los usos y beneficios para la piel del aceite de argán podemos destacar los siguientes:

  • Es muy útil y recomendable para hidratar el cabello. El aceite de argán aporta al mismo brillo y suavidad, al mismo tiempo que le aporta flexibilidad y fortaleza. Este aceite puede ser también muy útil para masajear el cuero cabelludo y estimular así sus glándulas, con lo que estaremos incentivando la producción de queratina, tan importante para la salud capilar. Al aplicar aceite de argán sobre el cuero cabelludo, dificultamos la posibilidad de que éste pueda padecer picor o irritación.
  • Es muy beneficioso para las uñas.
  • Es muy útil para hidratar la piel. El aceite de argán tiene un doble efecto positivo sobre ella. Por un lado, favorece la restauración de su manto hidrolipídico. Por otro, no la engrasa y penetra fácilmente en ella, no taponando sus poros y, por tanto, evitando la aparición de granitos.
  • No genera comedones, por lo que es muy útil para tratar pieles gracias que tengan tendencia a padecer acné.
  • Tiene efectos cicatrizantes, por lo que sirve para ayudar a la cicatrización de heridas y quemaduras.
  • Previene y disminuye las estrías.
  • Previene los signos del envejecimiento cutáneo disminuyendo las arrugas y aportando a la piel flexibilidad, suavidad y luminosidad.
  • Calma las irritaciones cutáneas o eritemas.
  • Es antiséptico.
  • Es antifúngico.
  • Facilita la penetración de otros principios activos.

El aceite de argán puede ser utilizado de diversas maneras, bien como aceite puro, bien formando parte de la formulación de todo tipo de productos dermofarmacéuticos, desde cremas y emulsiones, hasta sérums, champús, geles de baño o exfoliantes.

Contraindicaciones

A la hora de utilizar el aceite de argán de forma pura hay que vigilar no hacer mal uso de él, pues puede causar irritación en los ojos y, en ocasiones, heridas. Si se padece alguna patología en la piel es preciso consultar al dermatólogo antes de utilizar productos cosméticos que contengan aceite de argán en su formulación y, sobre todo, cuando se tenga previsto utilizarlo en estado puro.

En muchas ocasiones se ha comparado los beneficios aportados por el aceite de argán con los que proporciona al mundo de la cosmética el aceite de rosa mosqueta. Siendo en un 80% igual la composición de ambos aceites, lo cierto es que el aceite de argán está más valorado por la industria de la cosmética y parece tener más utilidades que el de rosa mosqueta. ¿Por qué? Por varios motivos. Entre ellos podemos destacar los siguientes:

  • El aceite de argán tiene un tacto menos graso que el aceite de rosa mosqueta.
  • La piel absorbe mejor el aceite de argán que el de rosa mosqueta.
  • El aceite de argán posee mayor cantidad de Vitamina E y tiene un mayor poder antioxidante.
  • El aceite de argán está más indicado que el de rosa mosqueta para tratar las pieles con acné, ya que el segundo resulta demasiado graso.