De entre todos los tipos de cabello, el graso es uno de los más comunes. En este artículo vamos a hablarte de sus características y vamos a darte una serie de consejos básicos para cuidar el cabello graso.

Características del cabello graso

Nuestro cuero cabelludo posee unas glándulas que producen sebo. El sebo es la grasa natural que sirve para proteger al cabello y mantenerlo sano. En algunas ocasiones, esas glándulas producen más sebo del que deberían producir y, debido a eso, nuestro cabello se convierte en cabello graso, adquiriendo, si no lo tratamos como es debido, un aspecto apelmazado y sin brillo. En ocasiones, cuando el exceso de sebo es muy elevado, la persona que padece ese exceso de producción de las glándulas sebáceas sufre accesos de picores o de inflamación en el cuero cabelludo.

¿Por qué las glándulas del cuero cabelludo pueden producir más sebo del normal? Por varios motivos:

  • Por un desequilibrio hormonal.
  • Por mantener una dieta demasiado rica en alimentos grasos.
  • Por falta de vitaminas del tipo B y, en especial, del tipo B7. Esta vitamina cumple una función muy importante para que tanto la piel como el cabello funcionen debidamente y tengan un buen aspecto.
  • Por estrés.
  • Por el abuso en el uso de ciertos fijadores capilares como gominas, lacas o espumas.

características del cabello graso

En muchas ocasiones, los desequilibrios hormonales son los responsables directos del aspecto grasiento del cabello y son fruto de problemas que deberían solucionarse tras el conveniente asesoramiento médico. ¿Quiere esto decir que desde el terreno de la cosmética capilar no se puede hacer nada por esas personas? No. Ni mucho menos. A continuación vamos a darte una serie de consejos y a enseñarte una serie de trucos para cuidar el pelo graso.

Trucos para cuidar el cabello graso

No es fácil evitar el cabello graso cuando nuestra tendencia natural es la de tener ese tipo de cabello, pero sí que se pueden controlar sus consecuencias. Basta con aplicar algunos de los siguientes consejos:

  • El pelo debe secarse con la cabeza hacia abajo. Esto ayuda a separar la raíz del cuero cabelludo. Con ello se consigue que el cabello no se ensucie antes de tiempo.
  • No tocarse el pelo excesivamente. Al tocar el pelo con las manos lo que hacemos es traspasarle parte del sebo de ellas.
  • Peinarse y cortarse el pelo de forma que éste se mantenga alejado del rostro para que, así, no le traspase sebo.
  • Reducir el uso de geles, gominas y otros productos fijadores.
  • Teñirse el cabello (siempre con un tinte de calidad). Al teñir el cabello, lo volvemos más poroso y, con ello, equilibramos el exceso de grasa.
  • Recurrir de tanto en tanto a la permanente. Este tratamiento capilar se fundamenta en la deshidratación de la estructura interna del cabello. En cabellos secos no es conveniente utilizar este tratamiento, pero en los cabellos grasos, y cuando la permanente se realiza solo en las raíces, puede resultar de gran ayuda.

Todos estos trucos pueden servir para evitar el cabello graso pero ninguno de ellos será útil de por sí si no se mantiene una correcta higiene del cabello. Para ello, el pelo debe lavarse correctamente. ¿Cómo debe lavarse el cabello graso? Como vamos a explicaros a continuación.

trucos para cuidar el pelo graso

El lavado del pelo graso

Comúnmente se ha dicho que no es bueno lavar en exceso el pelo porque si se lava demasiado el cuero cabelludo produce más grasa. Eso es falso. Lo que no es falso es que deben utilizarse productos adecuados para hacerlo. Para lavarse el cabello cada día deben utilizarse productos suaves, de pH neutro. Lo importante es procurar no alterar el equilibrio del cuero cabelludo. Cuanto más se lave el cabello, más suave debe ser el champú utilizado para hacerlo.

Una buena frecuencia de lavado sería dos veces por semana, siempre que no se practique deporte de manera habitual. La práctica deportiva implica sudar y el sudor debe eliminarse para que no irrite el cuero cabelludo. Es decir: después de practicar deporte debemos lavar nuestro cabello.

Una vez determinada la frecuencia de lavado, veamos cómo debe lavarse el cabello graso.

¿Cómo se debe lavar el cabello graso?

Para lavar el pelo graso debemos aplicar el champú directamente sobre el cuero cabelludo para, después, masajearlo suavemente. Sabremos que el cabello está limpio cuando el champú forma espuma o burbujas. Para limpiar el cabello por completo se deben realizar dos enjabonados. Una vez aparezca esa espuma o esas burbujas, se deberá aclarar el cabello hasta que el champú se haya eliminado.

Una de las preguntas que muchas personas suelen hacerse a la hora de lavar el cabello graso es si se debe aplicar acondicionador al mismo. La respuesta es sí. El acondicionador no engrasa el cabello. Al contrario, protege su estructura capilar y repele el sebo que se haya podido formar en él.

consejos para lavar el cabello graso

Temperatura para lavar el cabello graso

Otra de las preguntas que suelen hacerse al lavar el cabello es qué temperatura debe usarse al lavarlo. Los expertos en el cuidado capilar aconsejan el uso de agua tibia. Con ella eliminaremos no solo los restos de champú y de acondicionador que puedan quedar en el cabello. También eliminaremos la grasa. Eso, con el agua fría, no lo conseguiremos con la misma efectividad. El agua fría solo debemos emplearla para aclarar el cabello. Si lo hemos lavado a unos 30 grados centígrados (ésa es la temperatura aconsejada) lo aclararemos a unos 20. Con  ello conseguiremos cerrar la cutícula y aportar brilla al pelo. Gracias a eso, también, alargaremos el tiempo que el cabello sigue limpio.

Dos trucos para controlar la grasa del cabello

Un buen truco para controlar la grasa del cabello es incorporar dos o tres gotas de limón natural al acondicionador o mascarilla que utilicemos habitualmente.

Otro consejo a tener en cuenta, en especial cuando se tiene el cabello mixto (graso en la raíz y seco en las puntas), es el de usar un cepillo de cerdas naturales. Este cepillo permitirá equilibrar las pequeñas acumulaciones de grasa que se produzcan en el cuero cabelludo extendiéndolas hacia las puntas.