Hay distintos productos de maquillaje que no pueden faltar nunca en un equipo básico de maquillaje. Entre ellos figura la máscara de pestañas. Gracias a la máscara de pestañas podrás dotar a tu mirada de un poder de seducción más alto. La expresividad de los ojos y la intensidad de la mirada se ven directamente afectadas por el uso de una máscara de pestañas. Para que los efectos sean los deseados nada mejor que escoger el rímel más adecuado.
La naturaleza de las pestañas
Antes de escoger la máscara de pestañas adecuada hay que conocer la naturaleza misma de las pestañas. Las pestañas tienen como función principal proteger los ojos del polvo y partículas que flotan en el ambiente. Sin pestañas sería mucho más complicado prevenir y evitar las infecciones oculares. Además, las pestañas actúan como un magnífico filtro solar.
Hechas como están las pestañas de escamas de queratina, para cuidarlas convenientemente nada mejor que escoger un rímel que posea queratina. La función principal de esta proteína que es la queratina es la de estimular la aparición de nuevas pestañas. La queratina permite que crezcan pestañas más gruesas y abundantes. Una máscara de pestañas con queratina favorece el que las pestañas se alarguen de manera natural. El colágeno es, en este sentido, otro de los componentes que no debería faltar en una tu rímel de cabecera.
Aparte de la comprobación de los componentes de la máscara de pestañas es importante comprobar la fecha de caducidad del producto. La mayor parte de máscaras de pestañas caducan a los tres meses de su primer uso. Al utilizar un rímel caducado nos arriesgamos a padecer una irritación ocular o, lo que es peor, algún tipo de infección.
Tipos de pestañas
Una vez tenido esto en cuenta hay que prestar atención al tipo de pestaña que tenemos. Cada tipo de pestaña necesitará un tratamiento diferente.
Pestañas finas
Las pestañas finas y cortas, por ejemplo, necesitarán un rímel doble, es decir: una máscara de pestañas doble que ofrezca una base transparente alargadora y una base de color. La aplicación de este rímel doble debe realizarse en dos partes. Primero se aplica la base transparente y, una vez seca ésta, se aplica la base de color.
Las pestañas finas y largas, por su parte, requerirán el uso de un rímel con efecto volumen. Las máscaras de pestañas con efecto volumen aportan a las pestañas más curvatura y espesor. Al aplicar este tipo de rímel hay que tener cuidado. Si la capa aplicada es demasiado gruesa las pestañas adquieren un aire demasiado artificial.
Pestañas gruesas
Las pestañas gruesas y cortas exigen la utilización de una máscara de pestañas alargadora. Las gruesas y largas, por su parte, precisan del uso del rímel con cepillo en forma de peine o de las máscaras para pestañas con efecto rizador. El peine te servirá para separar las pestañas, que lucirán mucho más bonitas.
Pestañas poco pobladas
Las pestañas más difíciles de tratar son aquéllas que son escasas y poco pobladas. Para maquillar estas pestañas hay que utilizar una máscara de pestañas que tenga un cepillo de fibras sintéticas. Estos cepillos permiten rellenar las pestañas. Al hacerlo, las pestañas parecen más gruesas y espesas.
Todos estos efectos conseguidos en los diferentes tipos de pestañas con las diferentes máscaras de pestañas se verán potenciados y favorecidos por el uso de un rizador de pestañas. Unas pestañas rizadas lucirán más bellas que unas pestañas lisas.
Una vez escogida la máscara de pestañas adecuada solo tendremos que saber aplicarla. Para hacerlo correctamente, sigue los consejos y trucos que recogemos para ti en nuestro artículo “Consejos para aplicar la máscara de pestañas”.
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