Alguien dijo alguna vez que, en cuestiones de moda, todo acaba volviendo alguna vez. El maquillaje metálico ha cumplido esa premisa. No ha vuelto con la fuerza necesaria como para desplazar completamente al ahumado pero sí para abrirse un hueco entre aquellas mujeres que, a la hora de maquillarse, optan por escoger un look más arriesgado.
El brillo y el centelleo, pues, tienen sus fans. Esas partículas radiantes que se dan en este tipo de maquillaje son muy apreciadas por quienes quieren dar a su apariencia durante las salidas nocturnas un aire seductor. Sin duda, esta forma de maquillarse puede ser un genial complemento para una fiesta especial, una verbena, etc.
De ella vamos a hablar en este artículo. En él haremos un breve repaso de la historia del maquillaje metálico, analizaremos los diferentes tipos de productos metálicos disponibles y, finalmente, explicaremos cómo aplicar el maquillaje metálico correctamente.
Breve historia del maquillaje metálico
El maquillaje metálico ha recorrido un largo camino desde sus inicios en las pasarelas de moda hasta convertirse en un elemento cotidiano en la rutina de belleza de muchas personas. Su historia es un reflejo de la evolución de la estética y los cambios culturales a lo largo de las décadas.
Los primeros indicios del uso de pigmentos metálicos en el maquillaje se remontan al antiguo Egipto, donde tanto hombres como mujeres utilizaban minerales triturados, como la malaquita (verde) y el galena (negro), para embellecer sus rostros. Sin embargo, el verdadero auge del maquillaje metalizado comenzó en el siglo XX, especialmente en las décadas de los 60 y 70, cuando la moda se volvió más audaz y experimental.
Durante los años 60, el movimiento de la contracultura trajo consigo una explosión de colores y texturas. Diseñadores como Pierre Cardin y André Courrèges marcaron el ritmo de una era en la que los metales brillantes empezaron a aparecer en las pasarelas. Las modelos lucían sombras de ojos en tonos plateados y dorados, que transformaban la mirada y aportaban un aire futurista. El glam rock, que emergió en los años 70, llevó esta tendencia aún más allá. Artistas como David Bowie y Marc Bolan no solo desafiaron las normas de género, sino que también popularizaron el uso de sombras y delineadores metálicos que se convirtieron en un símbolo de la autoexpresión.
Con la llegada de los años 80, la cultura pop adoptó el maquillaje metálico de manera más generalizada. La música disco y el auge de las supermodelos llevaron a un uso más audaz de los tonos metálicos, tanto en el universo de las pasarelas como en el cotidiano. Las sombras de ojos en tonos metálicos, los labios brillantes y los esmaltes de uñas con acabados metálicos se convirtieron en un símbolo de glamour. Las películas de la época, como Flashdance o Desperate Housewives, también ayudaron a consolidar esta tendencia, mostrando a mujeres empoderadas que usaban el maquillaje como una forma de expresión personal.
Sin embargo, la popularidad de este estilo de maquillaje no se limitó a las pasarelas y la pantalla grande. En la década de 1990, el auge del grunge trajo consigo un giro hacia lo natural, pero el maquillaje metálico nunca desapareció por completo. En su lugar, se reinventó, integrándose en looks más sutiles y sofisticados. La aparición de nuevas fórmulas y tecnologías permitió la creación de productos que ofrecían un acabado metálico sin la pesadez de los productos anteriores. Las sombras en crema y los labiales líquidos comenzaron a dominar el mercado, haciéndolos más accesibles para el uso diario.
El siglo XXI trajo consigo una revitalización del interés en esta forma de maquillar La influencia de las redes sociales y la cultura de los “beauty influencers” ayudó a que esta tendencia resurgiera con fuerza. Los tutoriales en plataformas como Instagram y YouTube mostraron cómo incorporar el maquillaje metálico en el día a día, desde looks sutiles hasta combinaciones audaces. Marcas de cosméticos lanzaron líneas completas dedicadas a tonos metálicos, incluyendo sombras, iluminadores y lápices labiales, haciendo que esta tendencia fuera más accesible que nunca.
Hoy en día, se ha establecido como una opción versátil que puede ser utilizada en cualquier ocasión, ya sea para un evento especial o para un look de oficina. La combinación de texturas metálicas con acabados mate ha creado un equilibrio que permite a las personas experimentar con su estilo personal, fusionando lo clásico con lo contemporáneo.
Tipos de productos cosméticos para maquillaje metálico
Desde sombras brillantes hasta labiales atrevidos, los productos cosméticos metálicos ofrecen una amplia variedad de opciones para crear looks impactantes y sofisticados. Entre los diferentes tipos de productos para maquillaje metálico disponibles en el mercado podemos destacar los siguientes:
- Sombras de ojos metálicas. Estas sombras están formuladas con pigmentos brillantes que reflejan la luz, proporcionando un acabado luminoso y vibrante. Pueden venir en diferentes formatos, como en polvo, cremosas o líquidas. Las en polvo suelen ofrecer un acabado más difuso, mientras que las líquidas proporcionan un color más intenso. La mayoría son de larga duración, pero es crucial comprobar la fórmula para asegurarse de que resista las horas de uso sin desvanecerse. Una buena sombra metálica debe tener una alta pigmentación para asegurar que el color se destaque incluso en tonos de piel más oscuros. Para un look diario, opta por tonos más suaves como el dorado o el champán. Para ocasiones especiales, los tonos más oscuros, como el azul marino o el burdeos metálico, pueden añadir un toque dramático.
- Labiales metálicos. Ofrecen una alternativa fresca a los acabados mate y cremosos tradicionales. Estos labiales aportan un brillo intenso y un efecto tridimensional a los labios. Varían desde un brillo sutil hasta un efecto espejo, dependiendo de la formulación. Algunos labiales metálicos contienen ingredientes hidratantes, lo que ayuda a mantener los labios suaves y nutridos. Al igual que las sombras, es fundamental elegir labiales que ofrezcan larga duración, especialmente para eventos nocturnos. Para un look natural, prueba tonos metálicos nude o rosas. Si deseas algo más audaz, los tonos como el oro rosa o el plata pueden ser espectaculares para una fiesta o evento formal.
- Delineadores metálicos. Muy útiles para realzar la mirada, estos productos vienen en diferentes formatos, como lápiz, gel y líquido, y son perfectos para añadir un toque de brillo. Los lápices suelen ser más fáciles de usar, mientras que los líquidos permiten líneas más definidas y precisas. Pueden usarse en la línea de agua, en el párpado superior o incluso como base para sombras metálicas. La amplia gama de colores metálicos, desde el clásico negro hasta tonos más vibrantes como el verde esmeralda o el fucsia, permite personalizar cualquier look. Para uno diario, considera un delineador metálico en tonos neutros como el bronce o el gris. Para un look más atrevido, experimenta con colores vibrantes que contrasten con tus sombras de ojos.
En conclusión: al elegir productos como sombras, labiales y delineadores metálicos, es crucial considerar la textura, la durabilidad y la pigmentación. No tengas miedo de experimentar con diferentes tonos y acabados para encontrar los que mejor se adapten a tus gustos y a la ocasión. Con un poco de práctica y valentía, podrás crear looks espectaculares que dejarán a todos maravillados. A continuación vamos a explicarte qué pasos debes seguir para aplicar un maquillaje metálico.
Técnicas de aplicación de un maquillaje metalizado
La aplicación del maquillaje metálico puede ser un desafío si no se conoce la técnica adecuada. A continuación vamos a proporcionarte un paso a paso sobre cómo aplicar el maquillaje metálico correctamente, además de trucos para lograr un acabado suave y duradero, y evitar errores comunes.
Como siempre indicamos, antes de maquillar es fundamental preparar la piel. Comienza con una limpieza adecuada para eliminar impurezas. Luego, aplica un tónico para equilibrar el pH de la piel y, finalmente, utiliza una crema hidratante para asegurar que tu cutis esté bien hidratado. Si es graso, opta por un hidratante ligero. No olvides aplicar un primer específico para el párpado si vas a maquillar los ojos, ya que esto ayudará a fijar el producto y a evitar que se pliegue.
Una vez preparada la piel, debes escoger un producto adecuado. El mercado ofrece una amplia variedad de productos metálicos, desde sombras en crema hasta polvos sueltos y líquidos. Selecciona un producto de buena calidad que se adapte a tu estilo y tono de piel. Si buscas un acabado más intenso, los productos en crema tienden a ofrecer más pigmentación. Por otro lado, los polvos sueltos pueden proporcionar un acabado más sutil.
Antes de aplicar el maquillaje metálico, asegúrate de tener una base uniforme en tu rostro. Usa una base que se adapte a tu tono y tipo de piel. Esto ayudará a que el acabado metálico resalte aún más. Aplica corrector en las áreas que requieran más cobertura, como ojeras o manchas.
Una vez aplicados la base y el corrector, toca aplicar el maquillaje metálico propiamente dicho. Si vas a maquillar los ojos con tonos metálicos debes tener en cuenta los siguientes consejos:
- Usa una brocha adecuada. Para aplicar sombra metálica en polvo, utiliza una brocha de pelo sintético, que ayudará a captar mejor el producto. Si usas un producto en crema, puedes aplicar con los dedos o con una brocha plana.
- Capa inicial. Comienza aplicando una pequeña cantidad de producto en el párpado. Empieza desde el centro y difumina hacia afuera para evitar sobrecargar la esquina interna del ojo.
- Construye la intensidad. Si deseas un acabado más intenso, puedes aplicar capas adicionales. Es mejor hacerlo poco a poco para evitar que el producto se vea pesado.
- Difumina bien. Usa una brocha limpia para difuminar los bordes y evitar líneas duras. Esta técnica es esencial para lograr un acabado suave y profesional.
Por su parte, para maquillar los labios con tonos metálicos, debes primeramente exfoliar los labios para eliminar cualquier piel muerta y, una vez exfoliados, aplicar un bálsamo hidratante. Tras ello, usa un lápiz labial metálico para dibujar el contorno y, posteriormente, aplica el labial con un pincel en el centro de los labios para, a partir de ahí, difuminar hacia fuera.
Si deseas un acabado más duradero, puedes aplicar una capa básica de labial mate antes del metálico.
Para sellar el look y asegurar que el maquillaje dure todo el día se puede finalizar con un spray fijador. Esto no solo ayudará a mantener el maquillaje en su lugar, sino que también puede ayudar a suavizar el acabado final, evitando que se vea polvoriento.
Si tienes en cuenta todos los consejos que te hemos dado en este post puedes aventurarte a procurarte un look festivo y jovial conseguido a base de explotar las posibilidades del maquillaje metálico.