Si hay un tipo de tratamiento cosmético que ha conseguido ponerse de moda durante los últimos años ése es el de la rutina coreana. El hecho de que la piel de las mujeres orientales sean tan bella y, en tantos sentidos, tan envidiable, hace que el mundo de la cosmética y de los tratamientos de belleza haya vuelto la vista hasta Oriente para encontrar un porqué y, al mismo tiempo, aprender todo lo que pueda aprenderse de las mujeres orientales para conseguir una mejor rutina de belleza en el cuidado de nuestra piel.
Una de las claves de esa belleza envidiable de la piel de las mujeres orientales está, sin duda, en la educación recibida. A la mujer oriental se la enseña a cuidar su piel desde edades muy tempranas. Desde que son niñas, las mujeres japonesas, chinas, coreanas, tailandesas, etc. aprenden a seguir una serie de pasos que las ayudan a mostrar una piel sana y bella. Al conjunto de esos pasos se le llama hoy en día rutina coreana o Korean Beauty y es de ellos de los que vamos a hablar en este post. Seguir esos pasos en nuestra rutina de cuidado de la piel nos ayudará a mostrar una piel diez.
Pasos de la Korean Beauty
Limpieza de la piel
Toda rutina de belleza, y en ese sentido la rutina coreana no es una excepción, se basan en un primer paso fundamental: el de la limpieza de la piel. Para lucir una piel bella hay que extremar al máximo su limpieza. En esta rutina dermatológica que os estamos explicando en este artículo, el paso de la limpieza debe ser un doble o triple paso. Es decir: debemos limpiar la piel dos o tres veces para asegurarnos una higiene completa de la misma.
Para realizar esta doble o triple limpieza de la piel debemos utilizar un aceite limpiador o un desmaquillante de base oleosa. Con un producto de este tipo conseguiremos, en esta primera limpieza, eliminar el maquillaje y los restos de suciedad que pudieran haber en el rostro. Un limpiador de base acuosa nos servirá después para realizar una segunda limpieza. La tercera limpieza, por su parte, se centrará en la limpieza y desmaquillaje de la zona de los ojos y los labios. Para realizar esta tercera limpieza utilizaremos un producto especialmente diseñado para dicha función. En una parte tan importante del rostro y cuya evolución determinará, en buena medida, el aspecto más o menos envejecido del mismo, no puede utilizarse cualquier tipo de producto. Debe utilizarse un producto específico que nos dé las garantías necesarias.
Tras realizar esta triple limpieza del rostro, aplicaremos a nuestro cutis un tónico con un disco de algodón y realizando sobre aquél un suave masaje. A la hora de escoger un tónico facial, escogeremos aquél que sea más adecuado para nuestro tipo de piel.
Exfoliación, sérums y mascarillas
Así como la limpieza es un tarea que debe realizarse a diario, la exfoliación, paso también principal de la rutina coreana para el cuidado de la piel solo debe realizarse entre una y dos veces al mes, dependiendo siempre del tipo de piel de cada persona. Gracias a este paso liberamos a nuestro cutis de sus células muertas, dándole un aspecto más terso y luminoso. Abusar de la exfoliación dañaría a nuestra piel.
El uso de sérums y esencias forma parte también de esta rutina cosmética de inspiración oriental. ¿Qué diferencia hay entre unos y otras? Prácticamente, de densidad. El sérum es más denso que la esencia, que se utiliza para regular el pH de la piel y para nutrir a ésta. Los sérums, por su parte, se utilizan para tratar aspectos más concretos. Uno de ellos, por ejemplo, pueden ser la aparición de manchas.
La hidratación de la piel es uno de los objetivos fundamentales de todo tipo de tratamiento de cuidado de la piel. Para conseguirla, un remedio muy eficaz es aplicar mascarillas hidratantes. Según sea tu piel podrás usar este tipo de mascarillas entre 2 y 3 veces por semana. Las mascarillas de papel de un solo uso, que tienen la forma del rostro, son, en este sentido, muy prácticas y efectivas. Las máscaras hidratantes nocturnas, por su parte, garantizan el lento pero efectivo trabajo de sus activos mientras se está descansando. Tras utilizar una mascarilla de este tipo (sleeping mask), la piel luce más hidratada y radiante.
Protección solar y bruma facial
Muchas personas creen que la piel solo debe protegerse del sol en verano. Eso es falso. Además, de entre las rutinas de belleza, la protección solar es una de las más importantes. Buscar una BB-Cream o una CC-Cream con protector solar es una de las mejores decisiones que una mujer puede tomar a la hora de proteger su piel. Las primeras, además de proteger a la piel de los efectos de los rayos de sol, ayudan a cubrir imperfecciones y a dar un toque más luminoso al cutis. Algunos de estos productos, además, incluyen propiedades antiage y antimanchas. Las CC-Cream, por su parte, además de cumplir las funciones de las BB-Cream, tienen una más potente función de cobertura de defectos de la piel.
Junto a todos estos productos para el cuidado de la piel hay uno, el mist o bruma facial, que resulta de gran ayuda a la hora de mantener durante todo el día la hidratación de la piel. Para aplicarlo, solo hay que rociar el producto sobre la piel. Fabricado habitualmente en tamaño bolsillo, puede llevarse en todo momento y utilizarse en cualquier parte. Tras aplicar la bruma facial no es necesario masajear el rostro.
Siguiendo todos estos consejos conseguirás una piel similar a las de las mujeres orientales: bella, brillante, sana e hidratada.
