El sol es uno de los enemigos naturales del cabello. Hay que pensar que, al igual que afecta a nuestra piel, el sol afecta a nuestro pelo. Uno de sus efectos más directos es la deshidratación del cabello. Los rayos UV, además, alteran el color del mismo al actuar sobre su pigmentación y sobre su melanina y, al mismo tiempo, al actuar sobre la queratina, lo vuelven estropajoso y quebradizo. Así, si nuestro cabello está expuesto habitualmente al sol hay que adoptar una serie de medidas que extremen su cuidado. Vamos a ver cuáles son algunas de esas medidas.

Las primeras de estas medidas, capitales, deben ir encaminadas a las tareas preventivas. Estas tareas preventivas deben fundamentarse en el uso de mascarillas capilares, aceites y otros productos de tratamiento capilar y sérums que, antes de exponer nuestro cabello al sol, cuide de él y lo mantenga en perfecto estado.

Sombrero y protector

Proteger el cabello del sol es fundamental para evitar esos efectos perniciosos que ya hemos descrito. Para ello, deberíamos utilizar un sombrero ancho y tupido y, además, un protector solar. Éstos, que deberían utilizarse siempre, deberían ser de uso obligatorio cuando el cabello ha sido tratado o coloreado. En el primer caso, cuando el cabello ha sido alisado o se le ha realizado una permanente, éste se muestra especialmente frágil ya que sus cutículas están abiertas. En el segundo caso, la no utilización de un protector capilar solar haría que el cabello perdiera coloración.

La industria de la cosmética ha conseguido nuevos protectores capilares en formato de spray que resultan muy cómodos de usar. Las nuevas formulaciones en vaporizador han superado en prestaciones y facilidad de uso a las antiguas gominas y aceites protectores. Pudiéndose utilizara perfectamente en seco, estos protectores capilares en spray no sólo aportan hidratación, también aportan el filtro solar necesario para proteger el cabello del sol.

Otra presentación que resulta interesante de los protectores capilares es la de los geles tipo gomina. Muy útiles para todas aquellas personas que tengan el pelo rizado, estos geles han mejorado las antiguas formulaciones y, con sus propiedades fundentes, han conseguido evitar la pegajosidad de las antiguas gominas.

Las personas que, por su parte, tengan el cabello muy seco, pueden utilizar un protector solar en formato aceite. El aceite protector capilar es un producto ideal para proporcionar brillo al cabello.

Las espumas protectoras, por su parte, presentan un inconveniente: la protección, aunque contengan filtro solar, no es muy alta.

El uso de un buen champú es siempre algo que hay que tener muy presente a la hora de cuidar el cabello de los efectos del sol. Cuando queremos proteger el cabello del sol el uso de un champú de calidad se vuelve todavía más necesario.

Una vez tomado el sol, y como si de la piel se tratara, el cabello agradece el uso de un aftersun. Las mascarillas reparadoras cumplen en el cabello la tarea que, en la piel, cumple el aftersun, es decir: devuelve a la piel los activos reparadores y los nutrientes que el cabello necesita para estar en perfecto estado.

Después de tomar el sol

Si hemos tomado el sol y nos hemos bañado, bien sea en piscina o bien en playa, debemos ser conscientes de que el cabello ha sufrido una doble agresión. Por un lado hay que contar con la siempre presente acción solar (los rayos solares también nos llegan aunque el cielo esté nublado) y, por otro, con los efectos negativos que el cloro de la piscina o la sal del mal tienen sobre nuestro pelo. Rehuir el uso del secador es, en este caso, fundamental para proteger el cabello. Mejor dejar que sea el propio aire natural quien seque nuestro cabello que no recurrir al que el secador lanza sobre él.

Para extremar la protección del cabello de los efectos del sol hay un producto fundamental: el aceite solar. Utilizándolo una vez a la semana y dejándolo actuar durante toda la noche conseguirás fortalecer tu cabello y prepararlo adecuadamente para otra sesión de exposición solar.

Para proteger el cabello del sol es fundamental, también, atender al tipo de geles, ceras, espumas o cremas capilares que utilicemos para tratar nuestro cabello o para facilitar o fijar nuestro peinado. A la hora de escoger este tipo de productos es fundamental fijarse en su composición. Rechaza todos aquellos que contengan alcohol. Piensa que el alcohol resecará tu cuero cabelludo y eso ocasionará encrespamiento, caspa y, en casos más extremos, incluso la caída del cabello.

Finalmente, hay un producto que siempre hay que tener presente cuando, hayamos tomado el sol o no, deseemos utilizar una plancha de peinado. Ese producto cosmético es el protector térmico. El protector capilar térmico será tu mejor amigo cuando, utilizando una plancha de peinado, quieras evitar que tu cabello sufra más de la cuenta y presente un aspecto chamuscado.