Si hay una enfermedad que simboliza nuestro tiempo, esa enfermedad es el estrés. El estrés afecta a todos los ámbitos de nuestra salud. Nos afecta mentalmente y lo hace, también, físicamente. El estrés nos provoca irritabilidad, dolores musculares, malestar estomacal, fatiga, dolor en el pecho y se refleja, también, en nuestra piel. En este artículo de El Blog de CDNPerfumes vamos a hablar de la piel estresada, de los síntomas que la delatan y de los medios que debemos emplear para paliar dichos síntomas.
Síntomas de la piel estresada
Entre los síntomas que delatan una piel con estrés podemos señalar los siguientes:
- Aspecto tirante y reseco, especialmente en la zona de pómulos y labios, debido a la deshidratación.
- Incremento de las arrugas y de las líneas de expresión debidas al aumento de los radicales libres, responsables en gran medida del envejecimiento de la piel.
- Aspecto apagado debido a la obstrucción de los poros por la mayor segregación de grasa por parte de las glándulas sebáceas.
- Aparición de rojeces derivadas de la inflamación y dilatación de los vasos capilares.
- Aparición de granitos. Al estar nerviosas o afectadas por el estrés, tendemos a tocarnos más la cara. Esto, unido a la mayor presencia de grasa en el cutis, hace que se favorezca la aparición de granitos y, en los casos más extremos, de acné.
Todos estos síntomas nos sirven para constatar el hecho de que el estrés ha afectado a nuestra piel alterando su pH y deteriorando sus mecanismos de defensa ante los agentes externos. Este fenómeno se agrava en aquellas personas que padecen dermatitis atópica, seborreica o psoriasis. Cuando el estrés se combina con estas enfermedades dermatológicas, la salud de la piel se agrava y pueden darse brotes intensos de todas esas enfermedades.
Otro de los efectos derivados del estrés es la pérdida de calidad en el sueño. La persona que padece estrés duerme peor y, por lo tanto, es más proclive a padecer ojeras y bolsas en los párpados, que se convierten así en síntomas delatores del estrés de la piel.
Remedios contra la piel estresada
Para combatir la piel estresada lo primero que hay que hacer es, lógicamente, reducir el nivel de estrés. ¿Cómo? Cambiando de hábitos. Llevar una vida más saludable es fundamental para luchar contra la piel estresada. Para ello se recomienda seguir una dieta equilibrada que incluya todos los nutrientes necesarios para nuestra correcta nutrición y realizar ejercicio físico de manera regular.
Entre los hábitos que deberíamos introducir en nuestra vida para luchar contra la piel con estrés debería figurar el pasear al menos durante una hora al día, el aprender a respirar de una manera correcta, el comer sano, el intentar tener un sueño reparador, el beber entre dos y tres litros de agua al día y, circunstancialmente, el disfrutar de un masaje relajante o, cuanto menos, de un baño relajante. Si ese baño se coloca en horario nocturno, cercano a la hora de ir a dormir, mejor que mejor.
Cosméticos contra la piel estresada
Más allá del cambio de hábitos en nuestro día a día que nos ayudará a reducir nuestro nivel de estrés, si queremos cuidar correctamente una piel que muestre los síntomas propios de una piel estresada deberemos seguir una rutina cosmética adecuada. Dicha rutina cosmética deberá basarse, primeramente, en una hidratación correcta de la piel. Para ello deberemos utilizar productos ricos en ácido hialurónico. Las moléculas de este principio activo sirven para retener el agua de la piel, favoreciendo así la hidratación natural de la misma.
Un buen sistema de rehidratar una piel deshidratada por el estrés es utilizar mascarillas nocturnas. Para que las mascarillas nocturnas hagan efecto, sin embargo, es necesario que la piel esté bien limpia. Para ello es necesario, primeramente, desmaquillarla bien. Una buena limpieza facial es necesaria, también, para eliminar ese exceso de grasa que tapona los poros y da a la piel un tono apagado. Una correcta limpieza facial permitirá, también, reducir las rojeces y dificultar la aparición de granitos.
Otros tipos de productos cosméticos muy apropiados para luchar contra la piel estresada son los productos antienvejecimiento. Estos productos, ricos en vitamina E y D, neutralizan los radicales libres y, por tanto, sirven para luchar contra la aparición de esas arruguitas y esas líneas de expresión que, tal y como indicábamos anteriormente, son uno de los síntomas de la piel estresada. Para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel se recomienda, también, el uso de protectores solares de manera habitual.
Para completar estos cuidados diarios de la piel se recomienda introducir alguna rutina de belleza con carácter más
esporádico. Realizar semanal o quincenalmente una exfoliación de la piel con el objetivo de oxigenarla puede ser, también, una buena manera de cuidar la piel estresada.
Finalmente, queremos recordarte que la piel está conectada directamente con nuestro cerebro y, como órgano extraordinariamente sensible que es, refleja todos los estímulos que nos afectan. Es necesario, pues, proporcionar estímulos positivos a nuestra piel para que ésta luzca saludable. En este artículo hemos citado algunos de esos estímulos. Si los aplicas a tu piel, ella lo agradecerá.
