El oud, llamado también “madera de los dioses”, es, por decirlo de algún modo, el rey de las notas aromáticas amaderadas, y está presente en algunas de las más emblemáticas fragancias masculinas de los últimos años.

El oud, que recibe también el nombre de agarwood, agar o palo de aloe, entre otros nombres, es una resina generada lentamente por diversos árboles del género Aquilaria y Aloexylum. Estos árboles crecen en el sudeste asiático, especialmente en las costas del sur de Vietnam, en la India, en Malasia, en Indochina y en las distintas islas que salpican el Mar de la China, y ya fueron citados por Marco Polo en El Libro de las Maravillas. El oud está asociado también a una leyenda de inspiración bíblica. Según dicha leyenda, Adán, al ser expulsado del Paraíso, sólo se llevó consigo una cosa de él: una rama de oud. Esa rama fue la primera que se plantó en Oriente Medio, donde aún hoy se tiene por costumbre quemar incienso de oud en ocasiones especiales.

El Aquilaria y el Aloexylum, los árboles de los que se extrae el oud, pueden padecer una infección de hongos que provoca una reacción en su tronco, fruto de la cual es esa resina intensamente olorosa que tan valorada es en el mundo de la perfumería. Un kilo de oud de la India está valorado en unos 5.000 dólares. El camboyano, por su parte, tiene un precio de alrededor de 34.000 dólares.

Y es que no todo el oud es de la misma calidad. El proceso natural de formación de esa oleorresina de la que hablamos es muy lento. Cuanto mayor sea el proceso de envejecimiento (y hablamos de procesos de entre cincuenta y ochenta años), mayor es la calidad del oud y más intenso es su aroma. Por eso el rango de calidades y precios que puede encontrarse en el mercado es tan amplio. No en vano, en muchas plantaciones especializadas en la producción de los árboles de los que se extrae el oud se intenta acelerar el proceso de producción del mismo realizando incisiones en la corteza del árbol. Lo que se persigue con dichas incisiones es que el árbol sea más susceptible al ataque de la Phialophora parasítica, pues ése es el nombre del hongo que desencadena el proceso de generación del agar. El oud que se obtiene mediante esta técnica es mucho menos aromático que el oud que se obtiene tras el transcurrir del lento proceso natural y, por tanto, de menor calidad y más económico. El oud de primerísima calidad acostumbra a reservarse a los círculos reales del Golfo Pérsico a los del Lejano Oriente.

Según sea el grado de envejecimiento, el oud puede clasificarse en:

  • Grado I, oud negro o Auténtico agar. Las notas aromáticas de este tipo de agar, llamado también Piedra Negra, son muy pesadas. Difícil de destilar, este tipo de oud se suele enviar a Oriente Medio para ser utilizado como incienso. Dentro de este grado no se dan variaciones de color.
  • Grado II o Batang. Este oud es de color marronoso.
  • Grado III o Bhuta. También de color marrón, este tipo de oud, sin embargo, presenta tonos amarillentos. Este grado de oud, al igual que los dos anteriores, se utiliza para elaborar incienso.
  • Grado IV o Dhum. Este tipo de oud es el que menos años de maduración tiene. De color amarillo, esta categoría se utiliza para, mediante destilación, obtener el aceite esencial de oud. El aceite esencial de oud se utiliza, además de en perfumería, con fines terapéuticos. Según los expertos en aromaterapia, este aceite esencial induce a la meditación y al relax y, siendo un fuerte afrodisíaco, se acostumbra a utilizar en casos de ansiedad, insomnio o, incluso, depresión.

El aceite esencial de oud puede obtenerse de dos formas: mediante la destilación tradicional o mediante una destilación especial en la que se emplea el CO2. Este segundo método de destilación proporciona un oud mucho más rico y lleno de matices. El obtenido mediante el sistema tradicional de destilación es, por su parte, un oud mucho más áspero y con una nota medicinal más acusada.

El aroma del oud es, como hemos dicho, un aroma amaderado, pero tras esa primera impresión es fácil distinguir en él notas de seta y de semillas de zanahoria. Complejo como es, en este aroma pueden encontrarse también olores que recuerdan al jazmín y a las algas.

A la hora de combinarlo con otros materiales, el oud combina muy bien con las notas de miel, con la rosa, con el pachuli o con el azafrán.

Entre los principales perfumes en los que podemos encontrar notas de oud podemos destacar:

  • M7, de Yves Saint-Laurent
  • Euphoria Men Intense, de Calvin Klein
  • Oud Wood, de Tom Ford
  • 1881 Black, de Cerruti
  • Velvet Tender Oud, de Dolce & Gabbana
  • Colonia Oud, de Acqua di Parma
  • Leather Oud, de Christian Dior
  • Rose Oud, de Kilian