De entre las fechas que merecerían figurar con letras de oro en la historia de la Perfumería. Una de esas fechas fue la de una tarde de 1953. Hubert de Givenchy, creador de la marca Givenchy, esperaba en su taller parisino del número 8 de la Rue Alfred de Vigny a una actriz de Hollywood a quien se le debía diseñar parte de la ropa que iba a vestir en su próximo film. El film era Sabrina, de Billy Wilder, y la actriz a la que Givenchy debía diseñar la ropa era Audrey Hepburn, la mujer que acababa de triunfar con su papel de Ana en Vacaciones en Roma. El flechazo fue instantáneo. Givenchy, que no conocía a Audrey Hepburn (él siempre contaría que aquel día creía que la Hepburn que había de visitar su atelier era la pelirroja Katherine), quedó prendado por aquella mujer alta y morena que llegó a su taller vestida con un pantalón de corte Capri, camisa, bailarinas y una diadema con lazo. Cenaron juntos en un restaurante y empezaron a forjar una amistad de ésas que son para toda la vida.

Y eso que no fue fácil. Audrey Hepburn solicitaba un sinfín de prendas para Sabrina (ella ya conocía el estilismo de Givenchy y había comprado alguna prenda del modisto francés) y Givenchy no podía dedicarle tanto tiempo a un trabajo de ese tipo cuando estaba embarcado en su colección de invierno. Pero el acuerdo llegó: Hepburn vestiría en Sabrina algunas de las prendas que formaban parte de aquella colección. El éxito fue rotundo, y eso que los honores se los llevó Edith Head, que consiguió el Oscar al mejor vestuario por la ropa que vestía el personaje interpretado por Audrey Hepburn cuando dicho personaje vivía en EEUU. Al trasladarse a Francia, el personaje interpretado por Hepburn cambiaba de vestuario y ese vestuario era, precisamente, el diseñado por Givenchy.

Audrey Hepburn tomó una decisión que iba a marcar su estilismo durante gran parte de su carrera. A partir de entonces exigió por contrato ser vestida en sus películas por Hubert de Givenchy. “Solo en sus prendas me siento yo misma”, decía la actriz, que vistió ropa del modisto francés en películas como Charada, Una cara con ángel o Desayuno con diamantes y que consideraba a Givenchy un creador de personalidad.

Audrey Hepburn con Hubert de Givenchy

Audrey Hepburn convirtió a Hubert de Givenchy en parte de su vida. Él diseñó los vestidos de sus dos bodas, él la acompañó a visitar a la Reina de Inglaterra y él se convirtió en su amigo íntimo. Fue tanta su amistad que cuando Givenchy decidió abrir en su firma el departamento de perfumes y encargar la dirección del mismo a su hermano Jean-Claude, cedió en 1957 la primera creación de la marca a Audrey Hepburn para que fuera ella la única mujer del mundo en llevar ese perfume.

La fragancia creada por la nariz Francis Fabron era una fragancia basada en la combinación de notas florares y aldehídos. Aquella fragancia creada por Fabron se abría con notas de aldehídos, mandarinas, bergamota, fresa salvaje azucarada y melocotón. Tras estas notas de apertura, el corazón del perfume creado por la marca Givenchy era un corazón que olía a jazmín, rosa, iris, violeta, narciso y lirio del valle. Finalmente, las notas aromáticas del perfume se basaban en una medidísima mezcla de ámbar, sándalo, almizcle, vetiver y habas tonka.

Audrey Hepburn quedó encantada con el perfume que Givenchy había creado para ella, pero se sorprendió cuando el creador francés, en el transcurso de una cena, consciente de la maravilla que había creado Fabron, pidió permiso a la actriz para comercializar aquel perfume. La Hepburn fue falsamente categórica: “mais, c’est interdit” (está prohibido), exclamó. Y fue esa expresión la que sirvió precisamente para dar nombre a L’Interdit, uno de los perfumes más míticos de la historia, un perfume del que Audrey Hepburn fue, además, imagen, hecho que sirvió para convertirla, además, en la primera actriz en protagonizar una campaña publicitaria de fragancias.

Rooney Mara para Givenchy

Ahora, transcurridas seis décadas desde aquel momento mágico de la historia de la Perfumería, Givenchy realiza una relectura de L’Interdit. De esa relectura se han encargado tres perfumistas de prestigio (Olivier Ropion, Anne Flipo y Fanny Bal). Trabajando en conjunto, estas tres narices de nuestro tiempo han creado un conjunto floral en el que pueden encontrarse pinceladas de azahar, jazmín y nardo y en el que también dejan su huella el vetiver y el pachuli. Para dar imagen al nuevo L’interdit, la casa Givenchy, dirigida por Clare Weight Keller, ha escogido a la actriz estadounidense Rooney Mara. Ella es la encargada de dar un toque entre transgresor y elegante al mítico perfume de Givenchy.