De la asociación empresarial entre un tenista y un fabricante de prendas de punto nació una de las marcas de moda más reconocidas de la historia: la marca Lacoste. Lacoste era, precisamente, el apellido de una leyenda del tenis francés: René Lacoste. Ganador de siete premios individuales del Grand Slam y de tres de dobles, Lacoste formó parte de la que se ha considerado la mejor generación de tenistas franceses de los años veinte del pasado siglo. A esta generación se la conoce con el sobrenombre de “Los Mosqueteros” y a René Lacoste se le conocía por el apodo de “el cocodrilo” o “el caimán”.

¿Por qué a René Lacoste se le llamaba “el caimán”? La respuesta hay que hallarla en una especie de apuesta. Allan H. Muhr, capitán del equipo de tenis francés en la Copa Davis, prometió regalar a Lacoste una maleta de piel de cocodrilo si el tenista parisino ganaba uno de sus partidos. La anécdota llegó a la redacción del Boston Evening Transcript, un diario vespertino de la ciudad norteamericana del estado de Massachusetts, y fue en ese diario en el que se dio a René Lacoste el apodo que, años después, serviría para identificar los polos deportivos creados por la marca que Lacoste fundara con André Gillier, propietario de la mayor firma francesa de fabricación de prendas de punto. Antes de la fundación de la marca, René Lacoste ya había llevado grabado en la solapa de su chaqueta el caimán que para él diseñara el artista Robert George en 1927.

La Chemise Lacoste fue fundada por Lacoste y Gillier en 1933, cuando ya el primero había abandonado el tenis en activo y tras haber sido durante dos años capitán del equipo galo de Copa Davis. Lacoste, que siempre fue un innovador (lo había sido diseñando una máquina que lanzaba pelotas de tenis y servía para entrenarse y lo sería años después creando una raqueta de acero), diseñó una camiseta de tenis y fue esta camiseta la que Gillier empezó a fabricar llevando como logotipo el caimán que el tenista había llevado en su chaqueta y que serviría para identificar la marca Lacoste en todo el mundo.

Durante muchos años, los polos Lacoste (creados para jugar al polo, al tenis, al golf o para ir a la playa o practicar la vela) fueron de color blanco. En 1951, sin embargo, Lacoste decidió dar un nuevo empuje a la marca e incorporó a su catálogo de productos los polos de color monocromo y los polos a rayas. En 1958, Lacoste lanzó al mercado su colección infantil. Fue también a inicios de esta década de los cincuenta cuando Lacoste dio el salto al otro lado del Atlántico y empezó a exportar sus polos a los Estados Unidos. Anunciados como “el símbolo de estatus del deportista competente”, los polos Lacoste fueron rápidamente bien recibidos por el mercado estadounidense. Los miembros más deportistas de la clase alta de los USA no tardaron en incorporar prendas Lacoste a su vestuario. Aún hoy, Lacoste es, en Estados Unidos, una empresa de sólido prestigio.

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La llegada de los años sesenta supuso un nuevo impulso para la marca Lacoste. En ese impulso tuvo que ver, sin duda, la llegada a la gestión de la empresa de Bernard Lacoste, uno de los cuatro hijos que René Lacoste tuvo con la que fue su mujer desde 1927, la golfista Simone Thion de la Chaume. Para empezar, Lacoste, que se había convertido ya en sinónimo de elegancia sport y que tenía unas ventas anuales que superaban los 300.000 productos vendidos, fue la encargada de equipar al equipo de esquí francés. Durante esta década, también, vieron la luz los primeros perfumes Lacoste y la primera colección de artículos de piel.

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Durante los años setenta, Lacoste potenció sus campañas publicitarias internacionales y se convirtió en patrocinador oficial del más importante torneo de tenis francés, Roland-Garros.

Los ochenta fueron también una década de crecimiento para Lacoste. En 1981, además de lanzar al mercado la primera colección de gafas de sol, Lacoste inauguró la primera tienda de la marca. Como no podía ser menos, fue en París, en la Avenue Victor Hugo. En esta década también fue cuando Lacoste, que venía fabricando zapatillas desde 1958, lanzó al mercado su primera gama de zapatillas de tenis. A principios de esta década, Severiano Ballesteros, el mundialmente famoso tenista español, se convirtió en embajador de la marca. Junto a él, deportistas de la talla de Guy Forget, Gustavo Kuerten, Mats Wilander, Daniel Berger, Thomas Levet o, recientemente, el tenista Novak Djokovic, han servido para poner rostro a la marca.

Con la llegada de los años 90 Lacoste se estrenó en el mundo de la relojería y empezó a abrir tiendas en Estados Unidos. En la actualidad, las cifras de Lacoste son apabullantes: 1.200 tiendas abiertas en todo el mundo, 19 tiendas online, 10.600 puntos de ventas al por mayor, 10.000 colaboradores y su presencia en 120 países sirve como muestra del potencial de una marca por la que han pasado creativos de la talla de Rubén Torres (que fue director creativo entre 1970 y 1986), Guy Paulin, Christophe Lemaire o Felipe Oliveira Baptista.

En 2006, la marca fundó la Fundación René Lacoste. Esta fundación, inspirándose en los valores de tenacidad y perseverancia que habían marcado la carrera tenística y empresarial de René Lacoste, se dedica a apoyar la integración social de jóvenes en situación vulnerable a través de la práctica del tenis y del golf.

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Perfumes Lacoste

El primer perfume que Lacoste lanzó al mercado fue, en 1968, Eau de Sport, una fragancia creada por el perfumista Jean Kerleo con notas de lavanda, cítricos, menta y albahaca entre sus notas de salida; con jazmín, rosa, geranio, cilantro, clavel, abeto y salvia entre sus notas de corazón; y notas de fondo de cuero, sándalo, haba tonka, ámbar, pachulí, almizcle y musgo de roble.

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Para Lacoste han trabajado perfumistas de tanto prestigio como Annick Menardo, Jean-Michel Duriez, Laurent Bruyere, Olivier Cresp, Claude Dir o Domitille Michalon.

En la década de los ochenta, y en alianza con su socio en el mundo de la perfumería, Procter & Gamble, Lacoste decidió impulsar su sección de perfumería. Lacoste for Men (1984), Eau de Sport for Men (1994), Booster for Men (1996), 2000 for Men (1999), o la línea L.12.12 for Men (con creaciones como Jaune, Magnetic, Blue, Green, Noir, Red o White, junto a Eau de Toilette Live pour Homme, Challenge, Essential o Essential Sport son algunas de las creaciones aromáticas que Lacoste ha lanzado al mercado masculino.

Para el público femenino, Lacoste dispone en su catálogo de perfumes como los que componen la línea Touch of Pink, Spring y Sun, Joy of Pink u Eau de Lacoste pour Elle . Femme, Inspiration, Eau de Lacoste Woman Sensuelle son otros de los perfumes para mujer de Lacoste.