Hace un par de meses saltaba a la primera página de los diarios la noticia del fallecimiento de quien había sido uno de los iconos de la moda de finales del siglo XX y de lo que llevamos de este siglo XXI, Karl Lagerfeld. Nacido en Hamburgo, Alemania, en septiembre de 1933, el de Lagerfeld es, por méritos propios, uno de esos nombres que ocupan un escalón de honor en la historia de la moda.

Lagerfeld nació en el seno de una familia acomodada. Su padre, Otto Lagerfeld, era importador de una marca estadounidense de leche evaporada y empresario cofundador de una fábrica del mismo producto en Alemania. Su madre, por su parte, era hija de un político alemán del Partido de Centro Católico. Quienes lo conocieron en su infancia hablan de un Karl Lagerfeld que aprovechaba cualquier momento para coger lápiz y papel y ponerse a garabatear bocetos.

Finalizada la escuela primaria, Karl Lagerfeld se desplazó a París para cursar estudios secundarios en el Lycée Montaigne. En dicho instituto, Lagerfeld se especializó en historia y dibujo. Decidido a introducirse en el mundo de la moda, quien estaba llamado a ser uno de los más famosos diseñadores de la historia entró a formar parte de la plantilla de la casa de modas parisina Pierre Balmain. Ese puesto de trabajo fue el premio por ganar un concurso de diseño de abrigos que había sido convocado por el Secretariado Internacional de la Lana. Fue ahí, precisamente, donde Karl Lagerfeld conoció a otro de los grandes nombres de la historia de la moda, Yves Saint Laurent.

Tras permanecer tres años con Pierre Balmain y otro más como director artístico de la firma Jean Patou, Lagerfeld se desplazó a Roma para, allí, estudiar historia del arte. Esto no supuso, en modo alguno, que Lagerfeld se alejara del mundo de la moda. Tras trabajar en Tiziano, Karl Lagerfeld empezó a trabajar como diseñador free-lance para una serie de firmas como Chloé, Charles Jourdan, Valentino o Krizia. En el año 1967, la marca Fendi lo contrató para modernizar su línea de pieles. Sin duda, Lagerfeld lo hizo, y no sólo porque aportara sus novedosos diseños; también porque introdujo dentro de la firma pieles como las del conejo o la ardilla.

El paso que había de colocarlo en la cumbre fue, sin duda, el que lo puso al frente de una marca del prestigio y el glamour de Chanel, una marca que había perdido empuje desde que su fundadora, la mítica Coco Chanel, hubiese fallecido una década antes. Lagerfeld consiguió devolver a la marca su esplendor original y, al mismo tiempo, consiguió introducir nuevos toques que no tardaron en convertirse en atemporales. La adaptación de los códigos a los nuevos tiempos reinventando el legado de Coco Chanel fue, sin duda, una de las grandes obras de Lagerfeld. Karl Lagerfeld, en lugar de apostar por diseños explosivos y fugaces como solo puede serlo, en muchas ocasiones, la moda, consiguió crear unos diseños que no pasan de moda y que, por tanto, parecen “eternos”.

Pese al regusto clásico de su obra, a Karl Lagerfeld no se le pudo acusar nunca de ser un diseñador acomodaticio. Lagerfeld arriesgó por ejemplo cuando en el desfile de Alta Costura de la primavera-verano de 2014 calzó a todas sus modelos, llevaran el tipo de ropa que llevaran, con zapatillas deportivas. Aquello, que parecía una extravagancia, se ha convertido, con el tiempo, en algo normal. Como se ha convertido en algo normal el estrenar colecciones en lugares en lo que tradicionalmente no se estrenaban. Lagerfeld, pionero también en esto, estrenó colecciones en Cuba, Salzburgo, Mumbai, Roma, Texas, Edimburgo…

Polifacético y tremendamente creativo, Karl Lagerfeld amaba la fotografía y, de hecho, se dedicaba a ella de manera profesional. Varias exposiciones, y el calendario Pirelli de 2011, sirvieron para dejar constancia de su calidad. Ese conocimiento profesional del arte de la fotografía y la imagen sirvieron al Káiser (así se le denominaba popularmente en el mundo de la moda) para dirigir sus propias campañas de publicidad y algún que otro corto o largometrajes que servían para presentar sus nuevos diseños.

Además de trabajar duro para levantar el prestigio de Chanel, Karl Lagerfeld tuvo tiempo de colaborar con marcas populares como H&M, la tienda Falabella o, incluso, artistas como Kylie Minogue o la mismísima Madonna.

perfumes de la marca Karl Lagerfeld

Perfumes de Karl Lagerfeld

El nombre de Karl Lagerfeld ha estado unido también directamente a la historia de la perfumería. Fruto de su colaboración con Chloé, por ejemplo, es Chloé Parfums Lagerfeld, una fragancia floral para mujer. Coco, por su parte, fue la aportación perfumista de Lagerfeld a Chanel, recién llegado a la marca. Creado por el perfumista Jacques Polge, Coco de Chanel es un perfume que intenta convertir en aroma el aire oriental y barroco de Venecia, ciudad muy amada por la fundadora de la marca y a la que viajaba a menudo.

Fue también en 1984 cuando Karl Lagerfeld lanzó su propia marca. En 1990 vio la luz Egoïste, el primer perfume masculino de la marca y que ostentaba en su fragancia el toque exclusivo del aceite de sándalo. En 1996, por su parte, vio la luz Allure, un perfume femenino fresco y ligero con notas florales que después tuvo su versión masculina.

Otros perfumes a destacar de entre los lanzados al mercado por Karl Lagerfeld desde su propia marca o desde Chanel son:

  • Jako, un perfume masculino que incluye en su formulación notas de sándalo y mandarina que le dan un toque cítrico y amaderado.
  • Coco Mademoiselle, versión remodelada de Coco. En este perfume podemos distinguir notas de naranja y bergamota que conceden al perfume un toque flora y especiado.
  • Chance, un perfume floral y dulce con un marcado aire juvenil.
  • Liquid Karl, un perfume unisex de su marca y con notas especiadas.
  • Bleu de Chanel, un atrevido perfume masculino con notas cítricas.
  • Karl Lagerfeld for Her.
  • Karl Lagerfeld for Him.
  • Karl Lagerfeld Paradise Bay for Men
  • Karl Lagerfeld Paradise Bay for Women
  • Private Klub for Women
  • Private Klub for Men
  • Colección Les Parfums Matiéres, que incluye Fleur de Múrier, Fleur de Pêcher, Bois de Yuzu, Bois de Vétiver.