Pocas mujeres cuidan su piel como lo hacen las mujeres coreanas. A nadie como a ellas les va como anillo al dedo eso de la “piel de porcelana”. Más allá de las peculiaridades genéticas de su piel y, por tanto, de la belleza natural de la misma, las mujeres coreanas aplican conocimientos heredados generación tras generación al cuidado de su piel. Así, la llamada “cosmética coreana” se ha convertido en un sector económico poderosísimo y con una influencia cada vez mayor en todo el mundo. En la actualidad son muchas las mujeres occidentales que han optado por escoger la cosmética coreana como la cosmética preferida a la hora de cuidar su piel y muchas, también, las que intentan “copiar” las rutinas de maquillaje de las mujeres coreanas para conseguir gracias a él esa apariencia de piel perfecta que, pese al paso de las horas, se muestra en todo momento intactamente mate.

A todas esas mujeres (y a todas las que deseen lucir una tez perfecta) va dirigido este artículo en el que vamos a tratar sobre uno de los grandes trucos de belleza utilizados por las mujeres coreanas para conseguir esa piel: el jamsu.

El jamsu es una técnica de maquillaje de uso corriente en Corea aunque de origen japonés. Y esta técnica está, poco a poco, ganando adeptas en Occidente. ¿En qué consiste? Fundamentalmente, en sumergir el rostro en agua fría (“jamsu”, en coreano, quiere decir “sumergir en agua”).

El objetivo fundamental del maquillaje jamsu es conseguir que el maquillaje dure más. Para ello, la mujer debe aplicarse la base de maquillaje o la BB Cream y una generosa capa de polvos mates. Una vez maquillada así, la mujer deberá introducir el rostro en un bol con agua fría para que quede sumergida en la misma la parte central de la cara, desde la frente a la barbilla (sin que se sumerjan las orejas), y mantener el rostro dentro, aguantando la respiración, durante un tiempo que oscile entre los 20 y los 30 segundos.

¿Qué se consigue al introducir el rostro en agua fría? Suavizar la piel, minimizar los poros y ayudar a promover la buena circulación sanguínea.

Una vez transcurrido ese tiempo, la mujer sacará el rostro del agua. Para secarlo tras la práctica del jamsu, la mujer puede optar por dos métodos distintos. Uno de ellos es dejar que el rostro se seque naturalmente. Otro, que la mujer opte por utilizar una toalla o un paño. Si se opta por esta segunda opción, la mujer deberá realizar pequeños toques o haciendo un poco de presión para, de ese modo, absorber la humedad de la piel.

Una vez el rostro esté seco, la mujer podrá continuar con su rutina habitual de maquillaje. Será entonces cuando llegue el momento de maquillar tanto los labios como los ojos.
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