Si hay un período en la vida de la mujer en el que el cuerpo se convierte en una especie de coctelera de hormonas ése es, sin duda, el tiempo del embarazo. El organismo de la mujer sufre importantes cambios y el cabello no es, en ese sentido, una excepción.

Para muchas mujeres, el tiempo del embarazo es un tiempo ideal para su cabello. El cabello durante el embarazo acostumbra a volverse más grueso y abundante. Más hermoso, en definitiva. Esto tiene una explicación y la explicación radica en los elevados niveles de estrógenos y progesterona. Unos y otra influyen sobre el ciclo del folículo piloso retrasándolo. ¿Eso qué quiere decir? Que el proceso natural de caída diaria y espontánea del cabello se vuelve más lento.

El ciclo del folículo piloso se produce, en circunstancias normales, de la siguiente manera. El cabello acostumbra a crecer un centímetro al mes durante un período que va de los dos meses al medio año. Tras ese tiempo, el cabello inicia lo que se conoce como un período de descanso. Ese tiempo de descanso dura entre dos y tres meses. Transcurrido ese tiempo de descanso, el cabello cae definitivamente. Cuando la mujer está embarazada, sin embargo, ese tiempo de descanso se prolonga y, por tanto, el cabello no cae. Por eso el cabello de la mujer embarazada acostumbra a ser más espeso y de apariencia más bella.

Algunas mujeres embarazadas suelen experimentar un aumento de grasa del cuero cabelludo. En el caso de que estas mujeres tengan habitualmente el cabello graso, ese aumento de la grasa debido al embarazo deberá contrarrestarse lavando el cabello con mayor frecuencia.

Otras mujeres, por el contrario, sienten como su pelo se vuelve más reseco durante el embarazo.

La alopecia posparto

Los mayores problemas para el cabello durante el embarazo suelen llegar una vez que se ha producido el parto. Tras el alumbramiento, hay muchas mujeres que empiezan a perder el cabello. Tras el parto, el nivel de estrógenos baja en picado, la fase de descanso se reduce y el cabello entra en lo que se conoce como fase telógena.

A esta especie de alopecia post-parto se la llama efluvio telegénico posparto. Hay que evitar alarmarse en exceso cuando se produzca esta situación ya que suele ser una circunstancia temporal que suele durar entre tres y seis meses. No obstante, es posible que ciertos factores como el estrés, la pérdida de sangre y la lactancia alarguen ese período unos cuantos meses. Si este período se alarga más allá de los seis meses, lo mejor es consultar al médico. Un suplemento vitamínico que estimule el crecimiento de los folículos pilosos o unas dosis de hierro que sirvan para paliar la pequeña anemia que haya provocado la pérdida de sangre pueden bastar para poner fin esa especie de alopecia posparto.

Para intentar evitar que los cambios hormonales afecten lo menos posible al cabello durante el embarazo es aconsejable poner en práctica algunos métodos que ayuden a dar fortaleza y belleza al cabello:

  • Llevar una dieta sana durante el embarazo no sólo es recomendable para que el bebé crezca de una manera sana. También es fundamental para lucir un bello cabello durante el embarazo. Para que el pelo crezca más y más sano, nada mejor que introducir mayores dosis de frutas y verduras en la dieta diaria.
  • Peinarse el cabello con suavidad e intentar utilizar productos poco agresivos si se observa que el cabello se ha vuelto más frágil. A la hora de escoger un peine hay que evitar los peines de dientes finos.
  • Evitar en la medida de lo posible el uso de planchas para el pelo y secadores. Hay que tener siempre presente que el calor directo sobre el cabello debilita las puntas y las estropea. Si no queda más remedio que usar el secador hay que hacerlo con el aire frío.
  • Utilizar champús especiales antigrasa cuando el cabello durante el embarazo se vuelva más graso. En estos casos se recomienda el uso de champús muy suaves con pH neutro y la utilización de acondicionadores específicos para tratar el pelo durante el embarazo.
  • Al escoger la manera de peinarse, evitar las trenzas, las coletas y los recogidos. Cualquier tipo de peinado que ejerza presión sobre el pelo estará actuando en contra de su salud y lo debilitará, volviéndolo más frágil y quebradizo.