Cuando hablamos de cómo maquillarnos solemos prestar atención a conceptos como la forma del rostro, el perfil de los labios o el corte de ojos. Así, dependiendo de que nuestros labios tengan una forma u otra, de cómo sea el óvalo de nuestra cara o de si nuestros ojos son más o menos redondeados o más o menos alargados, escogemos una forma de maquillarnos u otra, un tono u otro de sombra de ojos, una manera u otra de aplicar el eyeliner o el perfilador de labios. Al hacer eso, sin embargo, olvidamos que hay otro factor decisivo a la hora de optar por un tipo de maquillaje u otro y ese factor es la ropa que vestimos.

Moda y belleza son dos conceptos que van íntimamente cogidos de la mano. Así, según sea el vestido que nos pongamos, así debería ser nuestro maquillaje. El color de nuestro vestido, pues, determina (o debería determinar) nuestra forma de maquillarnos. A ello queremos dedicar este artículo: a dar una serie de consejos básicos sobre cómo debe ser el maquillaje dependiendo del color de vestido que llevemos puesto. En este artículo de hoy queremos centrar nuestra mirada, específicamente, en cómo debemos maquillarnos cuando llevemos un vestido de color negro, rojo o azul.

Para saber maquillarse según el color del vestido hay que tener presentes, para empezar, una serie de consejos básicos y esos consejos básicos son los siguientes:

  • Hay que procurar que el color del vestido y el color del maquillaje no compitan entre ellos. Hay que potenciar uno u otro, pero no caer en el pecado de producir un efecto recargado al desear potenciar a los dos por igual. ¿Cuál es preferible potenciar? Eso depende del momento. Si vamos a la oficina, el consejo es siempre potenciar el vestuario por encima del maquillaje.
  • Si queremos dar un tono similar a la hora de combinar el color del vestido y el maquillaje lo ideal es siempre potenciar lo nude. Si escogemos tonos fuertes tanto para el maquillaje como para el vestido, nos estaremos arriesgando a caer en lo vulgar.
  • Algo que acostumbra a funcionar muy bien a la hora de combinar maquillaje y color del vestido es buscar el contraste entre uno y otro.

Teniendo estos tres principios generales sobre cómo combinar maquillaje y color del vestido en mente, vamos a ver ahora cómo deberíamos maquillarnos si nuestro vestido fuera de color negro, rojo azul.

Maquillaje cuando se lleva un vestido negro

A la hora de buscar un maquillaje que combine con un vestido negro hay que tener presente, sobre todo, un consejo que hemos dado anteriormente y que hace referencia al valor que, a la hora de maquillarnos, tiene el jugar con el contraste entre el vestido y el maquillaje. En este caso, el maquillaje debe ser un maquillaje llamativo. Una buena idea, a la hora de maquillarse cuando se viste ropa negra, es potenciar los ojos aplicando rimmel de una forma generosa y utilizando sombras de ojos de colores llamativos como pueden ser los dorados, los azules eléctricos u oscuros, los plateados o los púrpuras. Lo ideal, en estos casos, es difuminar bien la sombra de ojos y hacer que el color elegido coincida con el de los complementos que hayamos elegido para acompañar al vestido negro.

En caso de haber apostado por el ahumado a la hora de dar color a los ojos, se recomienda que el resto del maquillaje del rostro cuando se lleva un vestido negro sea más suave. En estos casos, un rubor ligero en las mejillas y unos labios pintados con tonos rosa o melocotón o, directamente, nude, deberían ser suficientes para completar un maquillaje ideal. Si se quisiera dar una imagen un tanto más agresiva o atrevida se podría optar por aplicar un rojo o un fucsia a los labios.

Maquillaje cuando se lleva un vestido rojo

Si hay un color de vestido que va indisolublemente unido al concepto de seducción ese color es el rojo. El rojo, color llamativo por excelencia, hará que todas las miradas se centren en nuestro vestido. El maquillaje, por tanto, no debe competir contra algo que, por principios, es inevitable. Hacerlo sería fracasar a la hora de combinar maquillaje y color del vestido. Así, el maquillaje que hay que escoger cuando se lleva puesto un vestido rojo debe ser un maquillaje suave. Lo mejor, en estos casos, es iluminar los ojos y dar un tono nude a la boca.

maquillaje vestido negro

Si, por cualquier motivo, se deseara dar un tono más arriesgado al maquillaje cuando se viste un vestido rojo, se debe escoger (y ésa es una decisión importante) entre potenciar los ojos o potenciar los labios. No se recomienda, en caso alguno, potenciar el maquillaje de ojos y labios al mismo tiempo. Si deseáramos potenciar los ojos, a la hora de maquillarnos aplicaríamos un color nude a nuestros labios. En estos casos, si optáramos por aplicar la técnica del ahumado a nuestros ojos, usaríamos sombras de color negro, vino, azul oscuro o dorado, y en los pómulos aplicaríamos tonos melocotón. Lo que no deberíamos hacer nunca, al maquillarnos para vestir un vestido rojo, sería escoger tonos rosas para dar un poco de colorete a nuestros pómulos.

maquillaje vestido azul

En caso de que deseáramos potenciar nuestros labios vistiendo un vestido rojo lo haríamos pintando nuestros labios también de rojo y aplicando a nuestros ojos un color nude.

Maquillaje para vestir un vestido azul

Uno de los colores que da más juego a la hora de ponerse un vestido es el color azul. A la hora de escoger un vestido azul y de decidir cómo maquillarnos para resaltar nuestra imagen debemos tener en cuenta que existen muchos tonos de azul. El más popular, sin embargo, es el color azul marino.

Para combinar el maquillaje con un vestido azul marino se recomienda lo siguiente:

  • Pintar los párpados en tonos plata. Para aplicarlo, se puede optar por mezclar el azul con el plata en la parte del párpado móvil. Para redondear el maquillaje de ojos, se recomienda aplicar delineador negro y, por supuesto, máscara de pestañas.
  • Pintar las mejillas con un color manzana.
  • Pintar los labios de color rojo para, de ese modo, convertirlos en la estrella del maquillaje.

En próximos artículos daremos más consejos sobre cómo maquillarse cuando se llevan vestidos de colores como pueden ser el amarillo, el verde, el violeta o el fucsia.